El Aeropuerto de León celebra hoy sus 25 años de historia con vuelos civiles
El Aeropuerto de León celebrará hoy oficialmente sus 25 años de vuelos civiles. Aunque el Aeródromo Militar se creó en 1929, no fue hasta el 1 de junio de 1999 cuando tomó tierra el primer vuelo civil con 27 pasajeros llegados desde Barcelona. Hoy, Aena ha organizado un acto que se desarrollará en el vestíbulo de la instalación aeronáutica para celebrar el hito y hacer un repaso a la evolución de esta infraestructura por la que ya han pasado 1,5 millones de viajeros.
Desde Aena destacan que las autoridades invitadas y el personal de la empresa pública de aeropuertos que participará en la celebración recordarán la historia del aeródromo y su importancia para la conectividad de la provincia. A la cita acudirá también la Unidad de Música de la Academia Básica del Aire y del Espacio.
El Aeropuerto de León forma parte de un grupo de media docena de aeródromos militares abiertos al tráfico civil tras la firma de un convenio entre Defensa y Aena. La llegada de los vuelos de las compañías aéreas, más allá de los aviones militares, ha provocado desde entonces diferentes hitos en las instalaciones leonesas que incluye, además de la mejora de la terminal, que pasó se renovó completamente en 2010 para adquirir un aspecto más moderno y práctico, junto con la ampliación dos veces de la pista para permitir el aterrizaje de grandes aviones.
Una de las ampliaciones fue un requisito indispensable para la instalación del ILS en 2005. Este sistema de ayuda a los pilotos en condiciones meteorológicas adversas se ha averiado varias veces desde su instalación, la última las pasadas navidades. Con la segunda ampliación, ya en 2007, se alcanzaron los tres mil metros de longitud.
Los controladores aéreos, eso sí, siguen siendo militares. Recientemente Defensa también mejoró las instalaciones de la torre de control para mejorar la visibilidad de la pista. El centenario edificio sumó en 2019 una planta de altura e incorporó nuevos mecanismos.
Desde 2004 hasta 2010, las instalaciones leonesas recibieron más de 80 millones de euros de inversión y cada año se renuevan los vuelos con el objetivo de atraer nuevos pasajeros y elevar la actividad del Aeropuerto de León. Los chárteres se han convertido en un aliado para las instalaciones, junto con los vuelos del Club de los 60, que se intercalan con los vuelos militares que aprovechan la escasa saturación del espacio aéreo.