Adiós a los cuatro semáforos de Trobajo en la rotonda de nunca empezar
La rotonda de las obras de nunca empezar propició ayer un detalle de cambio de ciclo: se acabaron los semáforos de la N-120, que heredó este punto desde una estructura anacrónica que quiso poner al día la fluidez de la circulación por la zona y terminó por resultar caduca mientras los diferentes gobiernos de España dilataron el relevo. La rotonda de las obras de nunca empezar se sacó ayer de encima parte del lastre caducado de este cruce, entre isletas y ramales fuera de uso, o pasos de cebra en la que se juegan la vida los peatones. Semáforos apagados desde diciembre dejan de formar parte del paisaje de la loma de Trobajo, en un cruce que fue un suplicio durante décadas para los miles de conductores que a diario recurrieron a este paso. Eran cuatro semáforos como cuatro árboles sin sombre, incluido el que cayó derrumbado por un vehículo en un choque frontal; más los dos auxiliares que filtraban la salida a la doble vía y el tráfico de entrada a Párroco Pablo Díez, en uno de los episodios del vía crucis de las carreteras leonesas. Sin semáforos, se barruntan obras. | dl