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Prisiones

Villahierro cree ajustada a las necesidades su plantilla

Los sindicatos aseguran que hay 138 puestos de trabajo todavía sin cubrir

Panorámica de Villahierro en imagen de archivo. RAMIRO

León

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El Centro Penitenciario Provincial de Villahierro tiene cubiertas todas las categorías profesionales de su plantilla, excepto las de médicos y dispone de 550 trabajadores sobre una Relación de Puestos de Trabajo de alrededor de 1.000, según informaron a este periódico fuentes solventes de la penitenciaría leonesa.

La versión se contrapone con la presentada por las centrales sindicales, que de acuerdo a los datos, tiene pendientes de asignar 138 puestos de trabajo, casi un 25% del total. La Asociación de los Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) destaca que la mayoría de esas vacantes corresponden al área de vigilancia, (98), pero todas las áreas tienen carencias, destacando especialmente la falta de personal en el área sanitaria, donde solo desarrollan su trabajo 4 médicos, y donde nadie, ni la Administración Penitenciaria, ni la Autonómica, «se comprometen a resolver la falta de medios sanitarios, donde sólo el traspaso de las competencias sanitarias solucionaría dicho problema».

Villahierro reconoce ese déficit aunque lo matiza: «Ahora mismo todas las categorías están cubiertas excepto médicos (que si bien las cifras no son las de hace años, cuando había ocho, ahora hay cuatro y el centro debe de ser uno de los centro de España con mayor número de profesionales, aunque eso sí, se reconoce que es insuficiente). También hay carencias en seguridad interior (que en estos tres últimos años ha aumentado de manera significativa).

A lo anteriormente relatado, se le une que «según aumenta la carencia de la plantilla de la prisión de León, aumenta también la población reclusa, por lo que se ha pasado de 750 internos hace unos meses, a albergar casi 900 internos a día de hoy». La prisión difiere en las cifras y sostiene que no llegaba a 850». Todo ello unido al incremento de jubilaciones derivado del alto grado de envejecimiento de la plantilla, «hace que la prestación del servicio público se resienta en la atención a los internos, a la vez que provoca un aumento en la carga de trabajo de los trabajadores de prisiones, así como el aumento de los incidentes, las peleas y las agresiones».

Félix Alonso, portavoz del sindicato, señaló también que desde su punto de vista, «solo la convocatoria de una oferta de empleo público suficiente que permita absorber el elevado número de vacantes, y rejuvenezca la plantilla de la prisión de León, «hará posible que el desarrollo del ya peligroso trabajo penitenciario se pueda hacer en las condiciones mínimas de seguridad que merecemos los trabajadores de prisiones».

Entre tanto, desde la penitenciaría, el mensaje es otro: «Es cierto que el colectivo con mayor necesidad es el de seguridad interior (los llamados funcionarios)». Por eso «es cierto que cuantos más profesionales, mejor trabajo e intervención se podrá realizar», de acuerdo a la versión que sostienen los rectores del centro afincado en Mansilla de las Mulas.

Apuntes

Acaip también asegura que la nómina de reclusos ha subido hasta los 900 pero la cifra oficial es de 850