El rey bendice la graduación de 338 nuevos sargentos del Aire

El rey Felipe VI ha presidido el acto de entrega de los despachos a los 338 nuevos sargentos del Ejército del Aire y del Espacio que se han formado durante tres años en La Virgen del Camino.

El acto se ha celebrado en la plaza de Armas con la presencia de los alcaldes de San Andrés y Valverde, Ana María Fernandez Caurel y David Fernández, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán y el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la subsecretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, además de las autoridades militares.

El director coronel de la Academia del Aire, Ignacio de Dompablo, ha dicho en su última lección del curso: No hagan de su trabajo una ocupación, hagan un reto y una pasión. No aspiren a ganarse la vida sólo, aspiren a crear la diferencia “

Felipe VI: «Felicidades por trabajar duro y entregarlo todo»

Felipe VI llegó en el helicóptero de Casa Real y tras participar en el acto oficial de entrega de los despachos a los sargentos, disfrutó de un pincho en uno de los hangares de la base. Allí realizó una pequeña intervención en la que también recordó que esta «promoción se ha dejado a un compañero en el camino», el joven Pablo Jiménez Murillo, fallecido en accidente de tráfico.

«El esfuerzo que habéis realizado estos dos o tres últimos años en vuestra formación da garantías al Ejército del Aire y del Espacio de que ahora recibe a los nuevos sargentos con todas las garantías», apuntó Felipe VI en su intervención, para felicitarse por su empuje y su disposición «a tabajar duro y a entregarlo todo, os felicito por el esfuerzo realizado». El monarca concluyó su intervención animando a todos los asistentes a «brindar por la ley y la Constitución, por la bandera que nos une y por España». En el pie que se dio a Felipe VI, desde la Academia Básica del Aire le felicitaron porque la princesa Leonor ya ha ascendido a alférez y por el décimo aniversario de su coronación. Tras todo ello, el rey, antes de volver a subirse al helicóptero, se detuvo en todas las mesas para saludar a los sargentos y sus familias.