Diario de León

Desajuste de doble vía: las empresas buscan talento, el talento busca empresas

Uno de cada tres trabajadores leoneses está sobrecualificado para el empleo que ejerce, sobre todo titulados en FP Superior y universitarios

​Editorial: Fallos en la cultura empresarial desde la educación

En los titulados de FP también es frecuente la sobrecualificación para los empleos en los que son contratados. J. NOTARIO

Publicado por
maría j. muñiz
León

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España tiene desde hace años la mayor tasa de sobrecualificación de los 27 paises de la Unión Europea, y León supera este porcentaje de personas cuya formación está por encima del desempeño laboral que realizan. La preocupación se ha volcado de la generación de los ninis (ni estudiaban ni trabajaban) a la de los sisis: trabajan, en general en la precariedad, y siguen estudiando en una espiral que no absorbe el mercado laboral, lo que abona la sobrecualificación y lleva en no pocos casos a la frustración. Laboral y vital.

El foco se coloca cada vez con más intensidad en las empresas, que denuncian que no encuentran trabajadores ni perfiles adecuados a sus necesidades. Aunque otra realidad se abre paso en este debate: hay también mucho talento (bien formado y con ganas de trabajar) que no encuentra empresas en las que desarrollar su potencial. Entra en juego en esta ecuación la especialización de las pymes locales y la polémica sobre el retraso en la productividad del tejido empresarial. El desajuste es, parece evidente, una calle de doble vía.

Según los datos que acaban de publicar Caixabank y Dualiza sobre el porcentaje de población entre 16 y 64 años sobrecualificada, ajustada e infracualificada, en la provincia de León uno de cada tres trabajadores tiene una formación superior a la que exige su empleo. Un porcentaje con un llamativo sesgo de género: más del 34% de las mujeres están sobrecualificadas, frente a menos del 28% de los varones. El porcentaje de personas con mayor cualificación de la necesaria para su empleo en la provincia supera a las medias autonómica y nacional. Y, desde luego, se sitúa muy por encima de la media europea.

En todo caso, llama la atención especialmente el desajuste entre la formación recibida y el desempeño laboral en dos segmentos: la FP superior y la educación univesitaria. En el caso de la formación profesional, la sobrecualificación afecta a un preocupante 45,51% de los trabajadores. Sin embargo, se dispara hasta más del 70% en el caso de quienes tienen un título en una FP superior.

Para los universitarios la media de sobrecualificación en la provincia es del 43%. Todo ello incide en el tan debatido como no solucionado problema de la falta de adecuación de la formación de los jóvenes a las necesidades de las empresas. Aunque son muchos los aspectos que inciden en este desajuste, y no tienen que ver sólo con un mayor nivel educativo, sino también con las exigencias de productividad y avance de las compañías.

Un desajuste que es mucho más claro en unos sectores que en otros. La sobrecualificación supera el 80% en el caso de las empleadas del hogar, pero roza también el 60% en las actividades financieras. Y es de casi el 40% en el comercio; y del 35% en el conjunto del sector servicios (un nivel del 30% en hostelería).

Por debajo de su formación trabaja también la cuarta parte de los empleados de la construcción y de la industria; además del colectivo de contratados en empleos científicos.

Entre los sectores que llaman más la atención, un 41% de los trabajadores de las administraciones públicas, incluidos los destinos de Defensa, tienen una formación educativa superior a la requerida; y un 30% de los trabajadores sanitarios. Que llegan a un 40% en el caso de los empleados en actividades culturales. Eso sí, sólo un 10% de los trabajadores de Educación tiene más formación de la que exige su contrato.

Es el resultado de un desajuste que puede analizarse desde distintos puntos de vista. Para los trabajadores, se realizan unos estudios, y cada vez más a menudo se amplían, y al final el mercado laboral no tiene hueco para esa formación. Y hay dos opciones: o iniciar un proyecto de vida, a menudo con un empleo precario, en un entorno laboral lejos del soñado o emigrar para intentar sacar rendimiento de lo aprendido. Los datos de fuga de jóvenes en León dejan claro cuál es el camino elegido por miles de ellos; pero no alivian la situación de los que se quedan.

Según un informe de Fedea, la sobrecualificación afecta especialmente a los jóvenes que se gradúan en la universidad, aunque quienes realizan la FP no están libres de esta distorsión. «La sobrecualificación es transversal a todos los niveles de estudios». A pesar de que muchos estudios animan en los últimos años a centrar el foco en la formación profesional, especialmente en la dual (con prácticas en empresas reales), para intentar ajustar estas diferencias.

Universitarios

Casi la mitad de los egresados está sobrecualificado para el empleo que desarrolla
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