Un atractivo turístico que se lleva a la capilla y deja en segundo plano al museo
Sorprende que un acto de primer orden de la Semana Santa en verano se desarrolle en una capilla de la capital y no en el Museo Diocesano, que se supone es el eje central de las actividades de las cofradías tras la importante inversión que se ha realizado por parte de la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de la ciudad. La muestra llama la atención cada año de no menos de 3.000 personas, una prueba más del tirón que tiene el apartado de la liturgia procesional de la capital, que sin embargo es desaprovechado por el turismo local para tratar de captar nuevas sinergias para la capital y la provincia.