El servicio de Feve regresa tras las mejoras con retrasos de 25 minutos

Renfe debería haber vuelto a la normalidad ayer. Tras una inversión superior a los 25,6 millones de euros para el proyecto de automatización y modernización de las líneas de ancho métrico entre la parada de La Asunción Universidad y la localidad palentina de Guardo, incluyendo el trazado entre La Robla-Matallana, los trenes regresaron ayer a las vías tras su cierre el pasado 20 de mayo.

Los retrasos cercanos a la media hora, 25 minutos en muchos casos, han sido duramente criticados por los usuarios, que durante todo el tiempo del parón para la mejora en la infraestructura ferroviaria habían tenido que subirse a un autobús desde sus paradas habituales para llegar hasta la capital leonesa. Un hombre que se encontraba esperando en La Asunción a su tren, uno de los tramos habilitados tras la millonaria reforma, describió la situación como «un autentico caos», y visiblemente enfadado añadió que «decían que iría bien, pero no ha sido así», con retrasos generalizados en las distintas frecuencias.

Desde Adif, que se ha encargado de ejecutar la obra de automatización y modernización, señalaron ayer que no habían tenido constancia de ninguna incidencia y Renfe, por su parte, achacó los retrasos a «un problema de infraestructuras», pero tampoco ahondó en más detalles.

La compañía ferroviaria había avanzado el domingo que el conjunto de actuaciones, «de gran complejidad y envergadura», supondrían «una mejora sustancial» de la explotación ferroviaria «en términos de seguridad, fiabilidad y una mayor capacidad de la línea, que contribuirán a la regularidad de las circulaciones». Sin embargo, el primer día no ha sido así y los usuarios lo han calificado como «caótico» y critican la falta de maquinistas para el servicio. Renfe apuntó que el servicio recuperaría los horarios habituales, previos al parón para las obras, pero ayer los retrasos marcaron la jornada de inauguración del servicio ferroviario de vía estrecha.