El Gobierno urge a San Andrés a abrir el vial de San Juan de Dios pero no aclara las deficiencias
El Congreso se remite a las respuestas de abril ante una batería de preguntas del PP sobre soterramiento, talleres y pasarela
Editorial: San Andrés merece respuestas
El vial de San Juan de Dios, que debe facilitar el acceso entre San Andrés y León, lleva más de tres años terminado y sin abrir.
Es urgente abrir el vial de San Juan de Dios para mejorar la movilidad entre San Andrés del Rabanedo y León, y se apuesta por «alcanzar un consenso» con el Ayuntamiento para impulsar la solución impuesta por el Gobierno para el soterramiento de las vías del tren, que pasa por una «integración blanda» más «razonable y asumible» que los 350 millones de euros que costaría el proyecto de integración del ferrocarril planteado inicialmente. Y poco más. Ni una referencia a si Adif se encargará de las deficiencias evidenciadas en la accesibilidad y seguridad vial de la nueva rotonda de acceso a la población del alfoz, ni si el administrador ferroviario asumirá la dirección de la obra de la segunda fase de esta obra. Silencio también sobre el traslado de los talleres de Renfe a la plataforma de Torneros, o sobre cuándo va a retirar la pasarela peatonal según exige la Comisión Provincial de Patrimonio de León.
Sin respuesta en la práctica se ha quedado la batería de preguntas que los diputados del PP presentaron en mayo a la Mesa del Congreso de los Diputados sobre las infraestructuras que urgen al municipio de San Andrés del Rabanedo. Cinco preguntas que presentaron las diputadas por León Ester Muñoz, Silvia Franco y el diputado por Ávila Héctor Palencia, y que se han estrellado contra una misma respuesta para cuatro de ellas, y otra escueta que se refiere a los talleres de Renfe en el municipio.
Respuestas en las que el Gobierno se remite a lo anunciado el pasado mes de abril por el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, en su visita al municipio. Y su propuesta de avanzar en «el proyecto de integración blanda» para «mejorar la movilidad activa y aumentar las zonas verdes en un tiempo razonable y con un coste asumible por todas las partes».
El Ejecutivo recuerda que el Estudio informativo complementario de la integración del ferrocarril en San Andrés del Rabanedo contempla un coste del soterramiento de más de 350 millones de euros, que «tendría que ser cofinanciado por las administraciones implicadas, así como por Adif». Y defiende que la ‘integración blanda’ es «una mejor oportunidad, ya que se puede ejecutar en un tiempo más razonable y con un coste más asumible por todas las partes».
La respuesta gubernamental mantiene que ya en abril se trasladó al Ayuntamiento «la voluntad de que se mantengan reuniones periódicas con los técnicos de Adif» para buscar el consenso sobre la integración.
A las preguntas del PP sobre las soluciones de movilidad del municipio el Gobierno señala que la propuesta de integración pasa por cubrir 400 metros de vías en la avenida Párroco Pablo Díez y la calle Voluntario Ángel Soto, desde el actual paso superior en curva, hasta superar la pasarela peatonal que conecta las calles Limonar de Cuba y Antonio Colinas.
Y que en la curva de Párroco Pablo Díez se propone una separación de los itinerarios peatonales y bicicletas del edificio de viviendas adyacente, con lo que se crea una «barrera vegetal con gran superficie comercial en la parcela colindante, se da continuidad a la actual senda ciclista y se generan nuevos espacios públicos sobre el cajón ferroviario».
Otra de las actuaciones que detalla el Gobierno en su respuesta se refiere al parque Juan Pedro Aparicio, donde se construirán taludes y nuevos puntos de conexión peatonal y permeabilidad hacia el lado oeste. En esa zona se ubicarán nuevas escaleras y muros vegetales hacia la calle Limonar de Cuba.
Por último, la propuesta incluye actuaciones en el tramo hasta la calle Voluntario Ángel Soto, donde se proponen nuevos itinerarios de permeabilidad peatonal, con la reposición de ascensores a ambos lados de la traza ferroviaria, la instalación de escaleras en el extremo norte, por cada lado, y la ejecución de rampas peatonales, una a cada lado de la actuación.
«La solución, concluye el Gobierno, promoverá espacios públicos ajardinados, paseos peatonales y para ciclistas y zonas verdes para la cohesión y la permeabilidad transversal del entorno».