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La jornada se reducirá dos semanas al año para más de 60.000 trabajadores en León

La Fele advierte de que la medida del Gobierno pone en peligro la viabilidad de casi 11.700 pymes de la provincia

Editorial: La reducción de jornada, y de empresas

La hostelería será uno de los sectores más afectados por la reducción de las jornadas. FERNANDO OTERO

Publicado por
María J. Muñiz
León

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La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales que tiene prevista el Gobierno supondrá en la práctica en León un descenso de 70,16 horas de media por persona en el cómputo anual de los trabajadores de la provincia. Alrededor de dos semanas menos de trabajo que se aplicarán a 62.253 empleados leoneses, según el cálculo que ha realizado la Federación Leonesa de Empresarios (Fele). Su secretario general adjunto, Enrique Suárez, señala la preocupación por el «decreto» del ministerio que dirige Yolanda Diez, y advierte de que la medida afectará a la viabilidad y la estabilidad de las 11.691 empresas de la provincia que se verán afectadas.

La propuesta que el Gobierno negocia con los sindicatos y con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe) «no sólo no llega en el momento más adecuado, porque las circunstancias actuales de las empresas lo desaconsejan totalmente; sino que implica un incremento de los costes laborales y un descenso de la productividad que, sin duda, tendrá su efecto en el crecimiento económico y del empleo», advierte la patronal leonesa.

Los efectos de la medida que Diez pretende aprobar con acuerdo (para lo que ha planteado algunos factores de flexibilidad en su aplicación) serán «desiguales en los distintos sectores de la economía leonesa. En todo caso carece de fundamento que se aplique de forma generalizada, sin tener en cuenta ni los sectores ni los territorios».

La medida, que el Gobierno pretende aplicar a partir del próximo 1 de enero, se impone además «sin una memoria económica que la respalde». A nivel nacional, y de forma muy especial en la provincia, el deterioro que se prevé en las empresas afectará sobre todo al comercio y la hostelería. «Las dos semanas de reducción de la jornada de sus trabajadores tendrá que ser asumida por las empresas. Y no es una pérdida menor de horas», indica Suárez.

En el caso del comercio, la rebaja semanal de la jornada laboral supone en la provincia que se realicen 88 horas de trabajo menos al año, que agrupadas suponen un descanso a mayores de casi doce días laborables. «El comercio tradicional está viviendo unos años muy difíciles, con una caída de ventas y una pérdida de mercado a las que no se encuentra solución. Esta nueva medida agrava aún más su situación, y pone en riesgo su competitividad frente a nuevas fórmulas, como las ventas on line , que ya tienen muy tocado al colectivo».

En el caso de la hostelería la reducción media prevista es de 78 horas anuales. «Eso implica ajustar turnos y realizar nuevas contrataciones, en un sector que ya ha denunciado reiteradamente la dificultad que tiene para encontrar trabajadores que se adapten a sus condiciones. Cubrir los horarios y dar un servicio razonable será cada vez más difícil con la nueva normativa».

Industria y deslocalización

La Fele advierte de las repercusiones de medidas como la que ahora intenta imponer el Gobierno en sectores como el industrial. «Se trata de una actividad fuertemente marcada por los índices de competitividad no sólo nacional, sino a nivel europeo e internacional en general. La pérdida de horas de trabajo de sus empleados implica el incremento de los costes que con lo ocurrido en los últimos años ya están muy ajustados. Y eso supone inevitablemente perder competitividad frente a otras ubicaciones. La amenaza de la deslocalización está ahí, en León sabemos muy bien lo que es perder grandes industrias por esta competencia de lugares con menores cargas fiscales y con legislaciones laborales más favorables», señala Enrique Suárez. Que incide en que «España es el país con el tercer coste laboral más alto de Europa en cotizaciones sociales, y con mayor presión fiscal».

Destaca también que se insiste mucho en fomentar el empleo industrial, «más estable y de mejor calidad, que genera más valor añadido a la comunidad». Pero la norma que tramita la vicepresidenta supone «reducir en 40 horas al año el horario de los trabajadores del sector en la provincia. Y eso implica una pérdida de competitividad y producción muy lamentable. Perjudicial para el sector que queremos poner en valor».

En este sentido indica también que el convenio colectivo provincial del sector, negociado entre Fele y los sindicatos, ya marca una jornada anual de 1.752 horas. «Ese acuerdo ha conseguido la paz social, ahora todo esto viene a dinamitar esos acuerdos. Y supondrá un freno en la consolidación de la industria leonesa».

Los más perjudicados

Con todo, uno de los sectores que se verá más perjudicado en la provincia por la prevista reducción de horas es el transporte. «En general la nueva normativa supone reducir en 88 horas al año la jornada de los transportistas de mercancías, pero en el caso de los trabajadores del transporte urbano la reducción llega a las 96 horas anuales. Todo ello en un momento en el que es ya enormemente difícil encontrar conductores, y la necesidad de contar con más relevos coloca en una situación complicadísima a las empresas».

En el lado contrario se encuentran las empresas de la construcción. «Por convenio tienen una jornada ya muy reducida, así que en esta actividad el impacto será mucho menor», señala Suárez, La reducción será de 18 días al año.

Ante la preocupación por los efectos de la reducción de jornada sobre la viabilidad de las empresas, sobre todo las pequeñas, desde la Fele se suman a la Ceoe en la «petición de cordura, prudencia y responsabilidad al Gobierno. Porque no encontramos una solución a un problema que hasta ahora no teníamos».

Deslocalización

El aumento de costes supondrá una pérdida de competitividad en la industria, asegura la Fele

Transportistas

Es el colectivo al que afecta en mayor medida el recorte en la jornada laboral que plantea Diez

Un golpe a la negociación colectiva

«Hasta ahora las reducciones de la jornada laboral se pactaban en los convenios provinciales del sector, y eso hacía que estuvieran ligadas a la competitividad y la situación de cada sector. De forma que se ejecutaban de manera racional. Esta decisión del Gobierno supone también un golpe a la negociación colectiva, que permitía ese ajuste entre la situación de las empresas y la coyuntura de cada sector y las condiciones laborales que permiten mantener su competitividad y su productividad». Desde la Fele lamentan que la reducción de jornada que ahora se negocia «no tenga en cuenta ni los sectores ni los territorios. Una imposición generalizada sólo implica desequilibrios», concluye.