El retraso de la Ronda Interior le costará al Ayuntamiento de León medio millón de euros más
León firmará el jueves las últimas actas de ocupación, ya desalojados los tres vecinos, y podrá ordenar el derribo
Editorial: Retrasos que salen muy caros a la ciudad
El vial se abrió de manera precaria el 17 de junio, pero tendrá que volver a cerrarse para el derribo y la obra de la segunda fase. RAMIRO
El Ayuntamiento ya tiene las llaves de las casas de los tres vecinos que todavía aguantaban en la manzana sobre lo que pasará la Ronda Interior. Las últimas las dejó Javier Tostón este viernes alrededor de mediodía en la sede del Palacio de Don Gutierre. Se va para la Robla, después de que no haya encontrado nada adecuado a su capacidad económica en el entorno en el que vivía. Antes lo hicieron Manuel Casal y su mujer, Carmen Navarro, que se han ido a Puente Castro, y Damián Martínez, que cerró el taller de electricidad. Detrás quedan los 12 edificios, vacíos ya y listos para que a partir de la firma de las actas de ocupación, emplazada por el Ayuntamiento de León para el día 18 de este mes, puedan avisar a la empresa encargada del derribo para que proceda con la piqueta. Con un retraso de más de un año, el Ayuntamiento tendrá que asumir un coste adicional de medio millón de euros con cargo a sus arcas, al no entrar ya dentro de la subvención de la Unión Europea, como se aprobó en el Pleno.
La carga hace que el Ayuntamiento tenga que asumir la gran mayoría del coste de la construcción del vial, adjudicada en 1,7 millones. Indemnizaciones al margen, que van con cargo al consistorio en su totalidad, la estrategia inicial apuntaba la financiación al 50% con la UE dentro del plan Edusi. Pero Europa, como se marcaba en las bases de la concesión de ayudas, aprobada en mayo de 2017, sólo desembolsa las facturas con cargo a ejecución efectiva de obra anterior a 31 de diciembre de 2023. Fuera de ese plazo quedaron 2.568.720,4 en proyectos, uno de ellos la Ronda Interior.
La disponibilidad económica está garantizada. El último paso en las oficinas, salvo incidencias de última hora, despachará a los propietarios de los edificios el jueves, 18 de julio. Pese a que alguno de los dueños ya ha mostrado su intención de recurrir a la justicia para lograr una indemnización mayor, amparado en que el expediente contiene irregularidades, el Ayuntamiento de León podrá disponer de los bienes inmuebles con todo derecho para, previa revisión por parte de la Policía Local de que no queda nadie dentro, hacerlos desaparecer.
En su lugar se rematará la construcción de la Ronda Interior. El contrato está listo ya. La empresa lucense J. Carreira SL espera desde que, en diciembre de 2022, se le adjudicó el encargo por un importe de 241.265,84 euros. La factura se añade a la que con un importe de 151.093,28 euros ya se abonó a la otra empresa que, en noviembre de 2021, tiró la veintena de casas que formaban parte de la primera fase, correspondiente a la zona de la manzana más próxima a la plaza del Espolón.
El anterior encargo llevó poco más de dos semanas de trabajo, en las que se tiraron las casas y se retiraron las toneladas de escombro a las que se redujeron la docena de inmuebles. No se espera que las nuevas demoliciones ocupen mucho más tiempo para dejar limpia por completo la manzana de edificaciones que se encuadran entre las calles Fernando I y Alfonso el Justiciero.
Si se cumple el calendario, en la segunda semana de agosto podrían volver los operarios de la empresa adjudicataria de la construcción de la Ronda Interior. La constructora, que ofertó por un precio de 1,7 millones de euros, tiene por delante poco más de un mes y medio de trabajos, de acuerdo al documento que cursó en el Ayuntamiento de León para justificar la ampliación del plazo de ejecución sobrevenido por la imposibilidad de seguir adelante con los 12 edificios que hay en pie.
Aunque hasta ahora todos los plazos se han desmontado por los inconvenientes sobrevenidos, la apertura de la Ronda Interior podría estar lista para finales de septiembre, justo antes de que se inicie el nuevo curso escolar. El cumplimiento del objetivo haría que se acabase con los atascos en la plaza del Espolón. El tráfico podrá cruzar desde este punto negro de la circulación de la capital leonesa hasta la calle La Palomera y, desde ahí, desembocar en la avenida de la Universidad y comunicar con la circunvalación en el cruce de La Granja.
Javier Tostón, a la puerta de Don Gutierre, antes de entregar las llaves. DL
Pero para lograrlo, la demolición de las casas y la posterior ejecución del tramo que queda por construir obligarán a cortar de nuevo el vial que se abrió el 17 de junio en precario, mediante un baipás para salvar los edificios en ruinas. El acceso desde el Espolón se cegará de nuevo hasta que se complete el vial que, desde el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 1982, aparece pintado en los mapas con el nombre de Ronda Interior. Esa nueva calle, rebautizada ahora por el consistorio como Vía de Penetración Norte, unirá este punto neurálgico del tráfico con la calle La Palomera.
Su entrada en circulación obligará a cambiar el primer sentido del primer tramo de esta última vía: los vehículos que provienen del Arco de la Cárcel se encontrarán en la intersección con que deben girar hacia la derecha, lo que impedirá que puedan subir desde San Lorenzo como sucede ahora. La organización se completará con la variación de Monja Etheria, cuyo tránsito discurrirá desde Príncipe de Asturias a La Palomera, donde habrá opción de seguir recto hacia el Espolón o girar a la derecha a Medul.