Del ladrón agresivo de dos metros a los timos aún de la estampita

Algunos delincuentes recurren a la fuerza bruta para ‘dar el palo’ y huir. Pero si esa agresividad plasmada en empujones y golpes a quien roban va acompañada de una corpulencia de dos metros de altura, la alarma social está garantizada. Un tipo con esas características actuó en el municipio a comienzos de año, especialmente en la zona de Pinilla. En realidad actuaba principalmente en León capital y cruzaba de vez en cuando la línea que separa la ciudad de San Andrés. Se le atribuyen siete ‘golpes’ en la urbe y dos en Trobajo hasta que fue detenido por los constantes agentes de la Comisaría de Policía Nacional de San Andrés del Rabanedo.

El grupo de Policía Judicial trabaja como una piña y está «permanentemente estudiando» para adaptar sus líneas de investigación a los nuevos delitos. Por eso han sido capaces de desarticular estafas a través de internet, seguir el rastro de plantas de marihuanas que crecían en narcopisos del municipio y se distribuían a Inglaterra o acabar con la extorsión de un vecino a un hombre al que amenazaba con matar y ya había propinado varias palizas.

Sus investigaciones han sido de lo más variadas, desde el robo del órgano de la iglesia de San Andrés que recuperaron a la incautación de ropa de marca falsificada, el blanqueo de capitales desde un chalé del municipio vecino de Villaquilambre al desmantelamiento de un laboratorio de drogas que enviaba sus paquetes con una marca característica de una esvástica.

Incluso identificaron a varias personas que realizaron dos timos de la estampita y alertaron a compañeros policiales de otras ciudades a las que se movieron para proseguir con sus ‘beneficiosos’ engaños. Lo mismo ocurrió con un tocomocho y con un grupo extranjero itinerante que se dedicaba a apropiarse de los móviles de los repartidores.

El detenido 105 de este semestre fue un varón relacionado con un robo con violencia en el barrio de Pinilla.