Las ayudas europeas al transporte resiliente no llegan a la Comunidad
La autonomía de Castilla y León está fuera de los 15 proyectos netamente españoles que recibirán fondos procedes del Mecanismo Conectar Europa (2023) para actuaciones en infraestructuras. En conjunto, este instrumento asigna más de 7.000 millones de euros a 134 actuaciones en todos los países, según la información de Bruselas, que destaca que ayudarán a crear una red de transporte «sostenible, inteligente, respetuosa con el medio ambiente y resiliente».
De esta forma, fuentes comunitarias precisan que España recibirá de la Unión Europea 739,1 millones de euros de financiación para 22 proyectos de transporte, 15 de ellos nacionales, y el resto plurinacionales entre estados de la UE, con participación de al menos una entidad española, reporta la agencia Ical.
En este caso, han concurrido autoridades portuarias, empresas y administraciones, como el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), si bien los fondos son incompatibles con otros instrumentos financieros, como los vinculados con los del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y, además, sólo pueden concederse a proyectos maduros, que cuenten al menos con un estudio de viabilidad. Esto reduce las posibilidades de financiar iniciativas en todo el noroeste.
En total, se presentaron 408 solicitudes en el marco de las convocatorias de propuestas del Mecanismo Conectar Europa (Transporte), que se cerró el 30 de enero. Tras la evaluación, se seleccionaron 134 propuestas por un importe de unos 7.100 millones de euros (la financiación total solicitada fue de 22.200 millones de euros). Una vez aprobado el primer listado provisional, la Comisión Europea adoptará oficialmente la decisión de financiación y la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente iniciará entonces la elaboración de los acuerdos para otorgar la subvención.
Además, la Comisión Europea recordó que existen más oportunidades de financiación disponibles en el marco del programa Conectar Europa, a través de la convocatoria de la Facilidad de Infraestructura de Combustibles Alternativos, a la que se pueden presentar propuestas hasta el 24 de septiembre, así como a la nueva edición de 2024, que se lanzará a finales de septiembre.
En general, los nuevos proyectos construirán o modernizarán infraestructuras de transporte para mejorar los ferrocarriles, las vías navegables interiores, las carreteras y las rutas de transporte marítimo de corta distancia. Algunos proyectos también conectarán puertos interiores o marítimos, aeropuertos y terminales multimodales. También se apoyarán sistemas inteligentes de gestión del tráfico para vías navegables interiores, transporte aéreo y carretera.
Entre los proyectos nacionales destacan las iniciativas presentadas por las autoridades portuarias de Gijón y Santander, que forman parte del Corredor Atlántico, así como las líneas ferroviarias para su conexión con la red prioritaria de la comunidad autónoma. El muelle asturiano recibirá 2,61 millones para un sistema de suministro eléctrico terrestre para buques portacontenedores y cruceros, mientras el cántabro obtendrá 3,54 millones para construir una infraestructura que facilite las operaciones de tráfico ro-ro, que mueve los buques navieros de carga y descarga.
Además, la edición de 2023 del Conectar Europa financiará con 2,44 millones la creación de una zona de aparcamiento seguro para camiones en Pinto (Madrid), dentro del Corredor Atlántico, con 125 plazas. También está prevista otra en El Villar de Arnedo (La Rioja), para 383 vehículos pesados, dentro del eje Zaragoza-Bilbao, para lo que Europa aportará 7,8 millones.
Las Redes Transeuropeas de Transporte, (en idioma inglés Trans-European Transport Networks, abreviado como TEN-T) son un conjunto planificado de redes prioritarias de transporte pensadas por la Dirección General de Movilidad y Transportes (DG MOVE) de la Comisión, para facilitar la comunicación de personas y mercancías a lo largo de toda la Unión Europea (UE).
Las TEN-t pertenecen a un sistema más amplio, el de las Redes Transeuropeas (TEN), en el que se incluyen además las redes de telecomunicaciones (eTEN) y energía (TEN-E), que fueron establecidas en la década de los noventa del siglo pasado. Las TEN-t proveen la coordinación de las mejoras realizadas en carreteras primarias, líneas de ferrocarril, canales de navegación interiores, aeropuertos, puertos y sistemas de gestión de tráfico. Su objetivo principal es el tráfico rápido internacional de larga distancia. La decisión de adoptar una red transeuropea de transporte fue tomada por el Parlamento Europeo en julio de 1996. Estos proyectos son técnica y financieramente gestionados por la Agencia ejecutiva para la red transeuropea de transporte (TEN-t EA), que fue establecida en octubre de 2006. León está incluido en la red global.