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La primera matrícula en la Universidad de León llena 19 grados y cubre la mitad de las plazas

Los títulos de la rama de Ciencias de la Salud, junto con Biotecnología y Aeroespacial, entre los que ya está cerrados

Editorial: Calidad de la ULE en el ‘mercado’ de alumnos

Imagen de archivo de una alumna matriculándose en la Universidad de León. FERNANDO OTERO

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Alba Mieres/ A. Calvo
León

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Con la Ebau ya como un pasado muy lejano, los futuros universitarios están inmersos en los plazos de matrícula , pendientes de en qué títulos quedan vacantes, en los movimientos de los diferentes procesos para ver qué plazas quedan libres o cómo se avanza en la lista de espera. El pasado 11 de julio arrancó el primer periodo de matrícula en la Universidad de León, que se cerró el día 16. Este primer plazo ya ha cubierto 19 de los 46 títulos (incluidos los dobles recorridos) que oferta la institución académica, lo que supone «más del 40% de las titulaciones de grado, que suponen aproximadamente la mitad de las plazas de grado ofertadas», precisa el vicerrector de Actividad Académica, Julio Abad, teniendo en cuenta que la Universidad de León ofrece 2.520 vacantes para primer curso. En esos 19 títulos ya no se admiten más preinscripciones. El segundo plazo está en marcha y el tercero será del 26 al 29 de julio.

Entre los 19 grados que ya están cubiertos, están Veterinaria, Biotecnología, Ingeniería Aeroespacial, Enfermería (tanto en León como en Ponferrada), Fisioterapia y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que están, curso tras curso, entre los títulos con más demanda de la institución académica leonesa. Con ellos, Podología y Nutrición Humana y Dietética, que se ofertan en el Campus de Ponferrada, e Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial, que con tan sólo un par de cursos a sus espaldas se ha colado entre los grados más solicitados en Vegazana.

Los tres títulos que se ofertan en la Facultad de Educación, Infantil, Primaria y Social, están también cubiertos. De hecho, esta rama, junto con la sanitaria, ha tomado impulso en los últimos años con las constantes ofertas de convocatorias de empleo público. También en la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial están llenos los grados de Mecánica, Informática y Eléctrica. Biología, que siempre cubre sus plazas y Ciencia y Tecnología de los Alimentos, junto con el doble grado de ADE y Derecho completan los 19 títulos que ya tiene cubiertos la Universidad de León de cara a septiembre en el primer curso.

La demanda de los títulos también marca las notas de corte, es decir, la nota del alumno que consigue la última plaza de cada título y que sirve como referencia para el próximo curso. Tras este proceso, el grado con la nota de corte más alta es Ingeniería Aeroespacial, con un 12.70, y es el único que alcanza el 12. Le siguen Biotecnología con un 11.81 y Veterinaria con 11.07. Fisioterapia también tiene un resultado exigente, puesto que alcanza los 10.67. Luego se sitúa el Grado de Enfermería, que se oferta tanto en León como Ponferrada, con una nota de corte de 11.50 y 11.07 respectivamente.

Uno de los títulos que se ha incorporado hace un par de años a las aulas es la Ingeniería de Datos e Inteligencia artificial, que cuenta con una nota de corte de 10.63 pero tan sólo con 35 plazas, frente a las 60 que ofrece en Grado en Ingeniería Aeroespacial, por ejemplo.

Sin embargo, aunque las notas de corte son una parte importante para el acceso a la universidad, no es determinante. El vicerrector de actividad académica de la Universidad de León, Julio Abad, lo describe como un «juego de equilibrio», en el que el propio alumno es una parte fundamental, así como las plazas disponibles para matricularse en un determinado grado. Abad explica que «al admitir más gente, la nota de corte en esa carrera es más baja, porque hay más plazas y por lo tanto, menos competencia». Las notas de corte son una puntuación marcadas por el número de solicitudes para estudiar una carrera y las plazas disponibles que haya. Sobre este proceso, Abad declara que «las notas de corte no las fija la Universidad, sino la calificación de los estudiantes que se matriculen en un grado tras superar la Ebau. Por eso no salen hasta septiembre u octubre, que es cuando se matriculan los últimos alumnos. Se fija el número de plazas y se ajusta el número de personas que se admiten, que varía según la demanda. Nos fijamos en años anteriores para ajustar todo lo máximo posible».

Abad critica que no se aborde un calendario único para toda España

Por otro lado, el vicerrector de Actividad Académica critica que solamente se hable «de una Ebau única y no de un calendario único» puesto que «las fechas de admisión de las distintas comunidades autónomas cambian. Los alumnos que primero han sido admitidos en León y luego en otra comunidad autónoma tienen que renunciar a su matrícula si quieren cambiarse, entonces hay una plaza para el estudiante que se quedó fuera... Además, algunos ya han pagado los costes de colegios mayores o residencias» y añade que el proceso para entrar a la universidad no es solamente sacar una nota alta, si no que «no es tan sencillo, nos gustaría que hubiera otro procedimiento». Así, este equilibro es difícil de conseguir a causa de lo que Abad denomina como «titulaciones afines», es decir, alumnos que escogen carreras parecidas como Medicina, Enfermería y Fisioterapia. «Por ejemplo, León es de los pocos lugares en España donde se oferta Veterinaria y hay mucha demanda de provincias» señala Julio Abad, así como que el número de plazas de un grado «no cambia, salvo en circunstancias excepcionales».

La idea de crear una misma Ebau para todas las comunidades llevó al presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, a reunirse en Salamanca el pasado 1 de julio con los mandatarios de las comunidades autónomas donde gobierna su partido para firmar un acuerdo y lograr una selectividad común, que se pondrá en marcha en junio de 2025.

Pero un proyecto de «calendario único» para las fechas de inscripción es algo que también se debería de hablar, según opina el vicerrector de Actividad Académica de la Universidad de León, Julio Abad, puesto que «las fechas de admisiones cambian respecto a las comunidades autónomas». Esto conlleva un problema con los alumnos admitidos y no admitidos, lo que implica, según Abad, a «renuncias por parte de los estudiantes para cambiarse de universidad si finalmente han sido admitidos en la institución que deseaban, las matrículas condicionales...» que son inscripciones en las que el estudiante que solicita una beca no tiene que abonar el importe de las tasas en el momento de formalizar la matrícula, y que puede oficializarla de forma condicional hasta que se resuelva la solicitud.