Objetivo: adelantarse a las enfermedades

Adelantarse a las enfermedades para poder frenarlas o minimizarlas es la misión del proyecto Impact, que pretende configurar una Infraestructura de Medicina de Precisión Asociada a la Ciencia y la Tecnología que vertebre y fortalezca la capacidad de I+D+i de respuesta sanitaria. Se trata de una investigación a gran escala que impulsa el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Instituto Carlos III, en la que está implicada Atención Primaria de León.

La clave es establecer una cohorte de pacientes que represente la variedad étnica y la diversidad geográfica de un territorio «para efectuar un seguimiento prospectivo que ayude en el diagnóstico precoz y el tratamiento temprano de las principales enfermedades», explica Fernando Álvarez Guisasola, jefe de estudios de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de León, responsable de Investigación y uno de los dos coordinadores del comité científico interno de Ibioleón en la rama de Atención Primaria, Salud Pública y Promoción de la Salud.

A nivel global se pretende alcanzar los 200.000 pacientes de todas las comunidades españolas distribuidos en 50 nodos al colaborar los servicios de salud de todas las autonomías y el INE coordinados por el Centro de Investigación Biomédica en Red. En CyL se han fijado dos nodos urbanos (Valladolid y Salamanca) y uno rural, que es León y abarca una población de 50.000 personas del área de la Ribera del Órbigo, La Bañeza, Astorga, Santa María del Páramo y Canales-La Magdalena.

En la actualidad, se están reclutando a los participantes a los que se efectuará el seguimiento con exploraciones físicas, test y consultas. En Benavides de Órbigo ya se ha montado la estructura de aparatos para medir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, efectuar ecocardiografías 3D, analizar el índice tobillo-brazo o la rigidez arterial a través de ondas de pulso.

En el proyecto también figura controlar la diabetes con pruebas de tolerancia a la glucosa; la función cognitiva con razonamiento numérico, vocabulario y memoria; la función pulmonar con espirometrías y volumen de óxido nítrico exhalado; y hasta del sistema musculoesquelético con exámenes médicos para identificar artrosis y artritis remautoide, comprobar el desgaste de cadera, mano y rodilla.

Impact no se olvida de la salud bucodental, de la exploración oftalmológica, la audición, el olfato, la antropometría del peso y talla y la actividad y función física con acelerometrías de 7 días, ergometría submáxima en bicicleta, fuerza del agarre de la mano y la Batería Corta de Desempeño Físico para los mayores de 65 años.

Un rosario de pruebas, aderezadas con un cuestionario básico sobre la filiación de cada paciente, su historial médico, sus consumos de tabaco o drogas, exposición a humos, nivel socieconómico, calidad de vida y salud sexual, con los que se persigue un diagnóstico precoz de las enfermedades más comunes que se ven en primaria, como la diabetes, el colesterol, la hipertensión, la artrosis, dolencias cardíacas y respiratorias.

La investigación de la cohorte de pacientes de cada territorio se completa con un registro de la vida digital sobre el tráfico del teléfono móvil y el resto de dispositivos conectados a internet en los domicilios, el horario y la intensidad de su uso y el tipo de aplicaciones que manejan.

Impact se prolongará durante tres años, pero la idea del ministerio y del Instituto Carlos III es prolongar el seguimiento de esas personas durante veinte años, según precisa Fernando Álvarez-Guisasola. Atención Primaria se suma así con fuerza a la labor de investigación para que León se convierta en un nodo influyente y reconocido en el resto del país en materia sanitaria. Una actividad que, además, repercute positivamente en la mejora de la calidad de vida de los enfermos, ya que en las consultas se aplicarán las medidas de mejora que se desprendan de los estudios.

Impact servirá para trasladar el conocimiento necesario que sustente y facilite el despliegue efectivo de la Medicina Personalizada de Precisión, que va a suponer un cambio de paradigma y una nueva realidad para el sistema sanitario, permitiendo un abordaje preventivo, diagnóstico y terapéutico personalizado, más eficaz y seguro para cada paciente.

Este programa está diseñado para prestar servicio al sistema de I+D+i con orientación a la Medicina de Precisión, para potenciar la generación y transferencia de conocimiento de la más alta calidad en el Sistema Nacional de Salud, asegurando la excelencia científico-técnica, la justicia epistémica y la eficiencia en la utilización de los recursos disponibles. De hecho Sacyl está rematando el plan estratégico de medicina personalizada, con la ventaja de llevar más de diez años liderando una revolución para el paciente donde pisa fuerte la inteligencia artificial en atención primaria y hospitales. Con los mimbres bien tejidos. Puede presumir de ser una de las comunidades autónomas con mayor velocidad de implantación, una revolución con múltiples retos y un cambio de paradigma entre la medicina clásica —enfocada en la enfermedad— y la de precisión, que busca afinar hasta diseñar un ‘traje a medida’ para tratar a cada paciente.

En la actualidad, los médicos, enfermeros, fisioterapeutas y pediatras de Atención Primaria también investigan cómo afrontar y mejorar el dolor crónico, qué medidas de mejora asistencial se pueden aplicar para canalizar la demanda asistencial, el manejo de las heridas crónicas complejas, el impacto emocional de la infertilidad y el uso de test de diagnóstico rápido para las infecciones respiratorias tanto en la población infantil como adulta.

Todos ellos se enmarcan «en el ámbito de la atención primaria, la promoción de la salud y la salud comunitaria», aclara Álvarez Guisasola.

Algunas de ellas también poseen carácter nacional, como en el estudio Sinergiaps, que evalúa la seguridad del paciente de este primer escalón asistencial en el conjunto del país en base a las percepciones y experiencias de los propios pacientes. En Sinergiaps 2 participan los centros de salud de Eras de Renueva, Armunia, Valencia de Don Juan y Ribera del Órbigo e implican a más de 50 profesionales de medicina y enfermería de las cuatro instalaciones.

Además, es de ámbito nacional el estudio Predimed-plus que se efectúa en colaboración con la ULE para estudiar los efectos en el peso de la dieta mediterránea y la promoción de la actividad física para prevenir varias enfermedades, en el que participan 10 investigadores del área de León.

Otro gira en torno a la precisión diagnóstica de la ecografía manejada por el médico de familia con análisis de cinco investigadores de primaria, y a ellos se suma el denominado estudio Iberican, dentro del programa Impact Genoma, que involucra a seis investigadores. Es epidemiológico, multicéntrico, observacional y de prevalencia y sigue durante un período mínimo de cinco años a pacientes para analizar la incidencia de diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipemia, tabaquismo u obesidad, así como la aparición de eventos cardiovasculares nuevos o recurrentes, lesión orgánica subclínica o complicaciones cardiovasculares en individuos que ya padecen enfermedad cardiovascular. Participan médicos que ejercer en centros de primaria.

Los resultados prácticos ayudan a conocer qué influye en las enfermedades y cómo se puede mejorar la calidad de vida de los usuarios. Las consultas de familia también sirven para una ambiciosa investigación sobre el maltrato a los mayores de 65 años. La idea es detectar qué pacientes de ese tramo de edad pueden estar sufriendo violencia física o psíquica tanto en sus domicilios como en las residencias de tercera edad donde habiten.

Un problema casi invisible y poco investigado, pero muy presente en la sociedad que se traduce en falta de cuidados, soledad, alteraciones en la piel o en la higiene y sentimientos de estar desplazados. La mayoría de las personas no denuncia por miedo o vergüenza, ya que resulta muy difícil que acusen a su cuidador, sobre todo, si se trata de un familiar o de un hijo. Además, se sienten culpables, porque creen que representan una carga. La sospecha de maltrato se puede detectar en los centros de salud y se considera «muy adecuado» poder determinar la incidencia de esa violencia.