Los pisos turísticos en la muralla del Luisón avanzan sin acción municipal
El Ayuntamiento mantiene parada la modificación urbanística para evitar casos similares
No se dará la expropiación, al menos por el momento. Ni tampoco se frenan las obras. Ni ha habido un solo trámite para que puedan ejecutarse ninguna de las dos medidas. Sin apenas movimiento por parte del Ayuntamiento de León, más allá de la creación de una comisión especial instada por PP, UPL y Vox en enero, a la que se sumó a regañadientes el PSOE, el proyecto de construcción de apartamentos turísticos sobre las ruinas de la antigua casa Luisón avanza adosados a la muralla histórica de la ciudad.
La obra crece detrás de la malla verde que recubre el vallado para no dejar ver nada de lo que ocurre en el interior del solar. Pero dentro, una máquina continúa con las labores de preparación del forjado después de que ya se hubieran eliminado los escombros del derribo del emblemático mesón situado en el esquinazo que forma Puerta Obispo con la calle Serradores, justo frente girola de la Catedral de León, en el que se levantará un edificio que deje el sótano como local comercial para almacén, y distribuirá dos pisos turísticos en la planta baja, dos en la primera y dos más en la tercera, uno de los cuales sumará un dormitorio y un baño en el bajo cubierta.
Los trabajos se ajustan a la licencia de obras concedida el 19 de septiembre de 2023 por los técnicos municipales, visada por la Comisión territorial de Patrimonio de la Junta y ratificada en la comisión informativa de Desarrollo Urbano sin votos discrepantes por parte de ninguno de los partidos políticos. La legalidad asiste a un proyecto que luego los tres partidos de la oposición municipal intentaron bloquear mediante la creación de una comisión especial que no ha dado frutos en las dos reuniones celebradas el 29 de abril y el 6 de mayo. Desde entonces se han dejado morir, mientras avanzan las obras. Ni sirvió la intentona de negociar con los propietarios, que se negaron a vender el solar o canjearlo por otro suelo en la ciudad, ni se ha logrado hacer ni un solo trámite con el que liberar la muralla al estilo de lo logrado en la carretera de los Cubos.
Estancamiento
Las buenas intenciones chocaron desde un primer momento con la normativa. El equipo de gobierno de José Antonio Diez se enrocó desde un inicio en los documentos de los técnicos que avalaban la legalidad de la construcción de pisos turísticos en ese suelo, al no estar calificado como sistema general de espacios libres, como si figuraban los de la carretera de los Cubos. «Este Ayuntamiento, en el ejercicio de las competencias atribuidas al mismo en la materia, una vez otorgada la licencia, compatible con el planeamiento y previa la obtención de las autorizaciones e informes favorables, no puede paralizar las obras, por motivos urbanísticos, en tanto en cuanto no entre en vigor la modificación o revisión del Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección de la Ciudad Antigua de León de referencia, momento en el que cabría revocar la licencia», se expone en el informe rubricado por el arquitecto municipal jefe del servicio de Planeamiento y Gestión.
Legalidad
El camino corto queda cegado. La ruta larga de «recuperación de la parcela para incorporarla como espacio público al entorno histórico y monumental de la ciudad» pasa por «la elaboración y tramitación de un proyecto de modificación o revisión, según el caso, del Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección de la Ciudad Antigua de León», para que se recoja el suelo con «algún tipo de calificación dotacional pública, no susceptible de edificación». Pero, como se recalca, «no puede circunscribirse a la parcela situada en la calle Puerta Obispo, 15», sino que «requeriría un análisis pormenorizado de la situación en que se encuentran todos y cada uno de los inmuebles incluidos en el conjunto del recinto amurallado», como los del «frente norte de la plaza Mayor, y las calles la calle Bermudo III, Escalerilla, Azabachería, Conde de Rebolledo y La Rúa».
Los obstáculos no quedan ahí. El documento avisa de que debe solicitarse «la intervención de la administración competente en materia de Patrimonio Cultural», en referencia a la Junta, y se debe hacer «un estudio de los efectos económicos que tendría la modificación o revisión en la Hacienda Municipal, en orden a garantizar la capacidad pública para asegurar la financiación de la operación propuesta». Ninguna de estas gestiones se han iniciado, a pesar de que «la aprobación inicial de los instrumentos de planeamiento, o de sus modificaciones, puede comportar la suspensión de licencias, durante un determinado período de tiempo, dentro de su ámbito». No afectaría «evidentemente», como apostilla el informe, a «licencias concedidas con anterioridad», lo que hace que «en el caso de la parcela en cuestión parece que podrían ejercitarse los derechos edificatorios amparados en la licencia concedida». Pero sí que se adelantarían a que pudiera repetirse un caso como el del Luisón en el resto de casas de Serradores, donde se quiere liberar todo el lienzo hasta la torre de los Ponce.