El plan contra el ruido plantea rotondas en tres puntos negros de atascos en cruces de León
Los técnicos instan al Ayuntamiento a ejecutar glorietas en las intersecciones de Lancia con Independencia, Corredera y Alcalde Miguel Castaño, y Padre Isla con Álvaro López Núñez y Suero de Quiñones
No hay comparación con el resto. Amén del casco histórico, donde los locales nocturnos, las terrazas y el ocio definen un espacio propio de conflicto, el tráfico activa el foco principal del ruido en León. Su incidencia hace que 60.731 vecinos, casi la mitad del padrón del municipio, sufra niveles de más de 55 decibelios durante el día, el listón marcado en rojo por la normativa como perjudicial para la salud. Aunque su número baja a 55.123 personas en el periodo de tarde, enmarcado de 20.00 a 23.00 horas, y por la noche se concentra en la ciudad antigua por las juergas, el problema requiere un plan de acción. Las líneas las definen los profesionales del Laboratorio de Acústica Aplicada de la Universidad de León dentro de un documento en el que, junto con la «reducción del espacio» para los vehículos, plantea «proyectar obras de menor volumen que permitan reducir el impacto» a partir de la ejecución de glorietas que eliminen los cruces regulados por semáforos.
El plan de acción contra el ruido, redactado por los profesionales a partir de los resultados de las mediciones obtenidas en toda la ciudad, pone deberes al Ayuntamiento de León para que acabe las intersecciones en las que se acumulan filas de vehículos a la espera de que el disco pase del rojo al verde. Los profesionales de la Universidad de León apuestan por eliminar los semáforos y colocar rotondas como apuesta «muy interesante de cara a mejorar la fluidez» del tráfico. La propuesta se centra en tres puntos negros del callejero que consideran «particularmente interesantes: el cruce de las avenidas Alcalde Miguel Castaño, Lancia, Independencia y la Corredera; el definidos por el encuentro de Padre Isla con Suero de Quiñones y Renueva; y el que enmarca el entronque de Padre Isla con Álvaro López Núñez y Cruz Roja de León.
Las intervenciones en estos tres entornos de la ciudad buscan eliminar la parada delante de la línea del semáforo con el motor en marcha. Pese a que los nuevos vehículos ya cuentan con un mecanismo de apagado, la mayoría todavía hacen que la espera provoque el ruido del ralentí, además de la emisión de partículas contaminantes, y repercuta en los decibelios que tienen que soportar tanto los vecinos que viven en los edificios de la zona como los peatones y los propios conductores que transitan por las vías. Los niveles, como apuntan los técnicos, se atenuarán con la construcción de las rotondas, en las que el tráfico se regula por sí mismo y apenas embolsa acumulaciones a la hora de dar paso a los peatones o pequeñas horas punta.
La medida presenta antecedentes en otras zonas de la ciudad en las que se cambiaron los antiguos cruces, como Álvaro López Núñez, donde se ejecutaron dos sucesivas en los cruces con Mariano Andrés y la carretera de Asturias, y tiene por delante otras intervenciones ya planificadas, como la nueva rotonda programada con un presupuesto de 616.740 euros a la salida del puente de los Leones, donde confluyen Sáenz de Miera, la avenida de Palencia y el paseo de Salamanca.
Pero incluso antes de esta última, los profesionales de la Universidad de León marcan en rojo la necesidad de actuar en estos otros tres focos de tráfico y ruido. Su presencia en el listado de problemas no surge como nueva, sino que ya se arrastran desde hace años, aunque no se han llegado a concretar en soluciones. Ni siquiera cuando los grupos políticos que las defendían contaron con poder para hacerlo, como le sucedió hace dos mandatos a Ciudadanos, que sustentaba con sus votos el gobierno del PP pero no logró que prosperara su idea de acabar con el cruce de La Corredera, Alcalde Miguel Castaño, Independencia y Lancia.
La presencia de estas intervenciones en la agenda municipal queda ahora avalada por su inclusión en el plan de acción contra el ruido. El documento, al que están obligados por normativa los municipios con más de 100.000 habitantes, incide en la necesidad de actuar también en los considerados ejes viarios de mayor afluencia: Mártires de Somiedo, General Gutiérrez Mellado, Fernández Ladreda, Antibióticos, Sáenz de Miera, Álvaro López Núñez, Cruz Roja de León, Policarpo Mingote, Riosol, La Magdalena, paseo de Salamanca, Palencia, Independencia, La Granja, Alcalde Miguel Castaño y San Andrés.
La estrategia aplaude la «tendencia a la peatonalización de diferentes calles» y aboga por la «reducción de carriles y ampliación de aceras», aunque sin citar vías concretas. Sí localizan los técnicos el beneficio que tendrá la entrada en funcionamiento de la Ronda Interior para dar «fluidez» al tráfico del Espolón y las «calles estrechas altamente congestionadas» e insisten en que se haga la ronda Noroeste y se abra la conexión con San Andrés por San Juan de Dios. No se olvidan tampoco de instar al Ayuntamiento de León a la «rehabilitación y mantenimiento de las vías existentes» para que «el deterioro y la aparición de baches no influyan negativamente en las condiciones acústicas del entorno».
Sacar el tráfico de autobuses del foco de Santo Domingo
La medida «reducirá el ruido producido por el motor del autobús a ralentí en Santo Domingo y su entorno», además de que «la existencia de un intercambiador puede favorecer la utilización de este medio de transporte cuando se produzcan fenómenos meteorológicos adversos, periodos en los que la utilización del transporte privado aumenta». El plan reclama además una «mejora y reorganización del transporte público» y «evitar el solapamiento de líneas».