La urbanización de Feve en León cumple cinco meses sin abrir pese a las promesas

No fue para mayo, ni ya para julio tampoco. El segundo plazo aventurado por el alcalde de León, José Antonio Diez, para la apertura del sector de la estación de Feve vence sin que se haya cumplido el compromiso. Las nuevas calles refulgen con el asfalto sin rodaduras, los bancos y las mesas reposan sin que les han quitado el envoltorio, el paseo alumbra hierbajos entre los adoquines y las zonas verdes se agostan, con algunos árboles ya secos. La urbanización está terminada desde marzo. Pero no se podrán estrenar aún, mientras se mantiene el bloqueo provocado por la chapuza del proyecto redactado por Ineco, la ingeniería del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que obliga a una modificación para que quepan los centros de transformación eléctrica en las parcelas adecuadas.

El problema se conoce ya desde meses antes de que acabar las obras, cuando la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados y Tecsa advirtió de que no cuadraban los suelos definidos en el proyecto con el tamaño de los centros de transformación eléctrica de Iberdrola, que tienen unas dimensiones tipo y se conocían de antemano. Pero desde entonces hasta ahora no ha habido manera de que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) solucione con las constructoras adjudicataria el modificado necesario que incrementará en otro casi medio millón de euros el coste del encargo.

Sin este trámite, las adjudicatarias decidieron terminar el resto de los trabajos, cerrar la oficina temporal que tenían en la esquina de Álvaro López Núñez con Pérez Crespo, colocar las vallas en los extremos del sector de la estación y, antes de entregar las obras, esperar a que el ente estatal cumpla con sus obligaciones. No se trataba de la primera vez que debían fiarse del compromiso del Adif. En julio de 2023 ya les había convencido de que siguieran adelante con los trabajos, mientras se tramitaba el primer modificado del proyecto, cifrado en cerca de 400.000 euros, en los que se incluían los costes arqueológicos mal calculados y una serie de unidades de obras necesarias, pero que no aparecían en los pliegos, como la eliminación de un muro que se había hecho durante el proyecto de integración y necesitaba quitarse ahora.

Pero, a la finalización de las obras de la urbanización, ni se había aprobado de manera oficial esta primera factura adicional, ni avanzaba la segunda. En total, más de 900.000 euros, de acuerdo a los cálculos iniciales, a sumar a los 2.809.796,44 euros del presupuesto en el que se cerró la adjudicación, en abril de 2022, once meses después de que se licitaran de acuerdo a los pliegos redactados por Ineco que luego han trabado el desarrollo sobre el terreno.

El bloqueo se mantiene cinco meses después de que se ultimaran las obras. En este tiempo, el Adif ha negociado con las empresas para que accedan a una recepción parcial de las obras del sector de la urbanización. El acuerdo haría que pasaran a dominio público del Ayuntamiento de León, pero con las cautelas necesarias para que se fijen las responsabilidades en caso de desperfectos y que no tenga que asumir costes indebidos el consistorio por el mantenimiento de la zona como parte del callejero del municipio.

Este escenario provocó el compromiso del alcalde de León. «No puedo decir si 15 días o un mes, o un mes y medio, pero no podemos irnos mucho más tiempo», concedió José Antonio Diez el 9 de abril. Aunque la fecha la tuvo que enmendar el 14 de junio, vencido ya el plazo que había dado. Entonces, el regidor socialista fió que el estreno se daría «a lo largo del mes de julio» y lo avaló con las conversaciones y reuniones que había mantenido con los responsables del Adif.

La incredulidad sobre el cumplimiento del plazo, abonada por los múltiples retrasos, pareció vencerse con la aparición de los operarios a mediados de junio. Su presencia de nuevo sirvió para desbrozar la maleza, meter el cable en las farolas de la urbanización y hacer el enganche desde las acometidas del enlace con Ramón y Cajal para que el alumbrado pudiera tener suministro ante la falta de los centros de transformación eléctrica. Pero desde el 20 de junio hasta ahora no han vuelto, ni hay previsiones a corto plazo para el estreno del sector de la estación de Feve en León.

Los 10.000 metros cuadrados de suelo permanecen vallados. Al otro lado se ven las zonas verdes, el parque infantil, el paseo peatonal y los dos viales listos para sumarse al callejero: una paralela a Renueva, que enlazará desde Padre Isla hasta Ramón y Cajal, y otra que prolongará Bilbao entroncar con Padre Isla entre Espacio Vías y los andenes. Han tardado 7 años, con la desidia del Adif como responsable, desde que se pintaron en el plano hasta que se han hecho realidad. Pero ahora no se sabe aún cuándo se abrirán. En julio, seguro que no.