Diario de León

El Hospital cumple con los pacientes más graves y los opera en sólo 11 días de media

Los 338 enfermos de prioridad 1 incorporados este año entraron a quirófano tres veces antes del mes recomendado de plazo

El Hospital efectuó 19.600 cirugías en quirófano el año pasado. DL

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p. infiesta
León

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Representan un pequeño porcentaje del aluvión de pacientes que viene operando el Hospital, pero la gravedad de sus dolencias los convierte en enfermos de máxima prioridad que deben pasar por quirófano antes de un mes. Padecen enfermedades potencialmente mortales como tumores, lesiones en la cabeza e internas, quemaduras y hemorragias graves, ataques cardíacos y problemas respiratorios. Por eso se les asigna un código de etiqueta de triaje «rojo» para ser intervenidos antes de 30 días.

La buena noticia es que el complejo asistencial leonés está atendiendo este año a los 338 pacientes enmarcados en la denominada prioridad 1, la más urgente, no sólo en su rango de tiempo, sino tres veces antes, ya que se les practicó una cirugía por debajo de los doce días de media, según los datos de Sacyl. Es más, en el primer trimestre los 165 casos detectados para este rango entraron a quirófano en 12,9 días de media, mientras en el segundo, de abril a junio, se ha logrado mayor agilidad y dispusieron de una operación en sólo 10,6 días de media.

En conjunto, el Hospital de León intervino en su prioridad, es decir dentro del plazo máximo establecido según la urgencia que requieran para entrara a operarse, a esas 338 personas y a otras 8.602 de las denominadas prioridades 2 y 3, a las que debe atenderse en un periodo de hasta 90 y 180 días respectivamente.

Sólo un 30% no se encajaron en los tres meses como tope en que deberían ser intervenidos o los seis meses si su patología permite la demora del tratamiento, al no producir secuelas importantes.

Actualmente las listas de espera contemplan la demora generada en un determinado procedimiento, por tanto no dan una visión integral del conjunto del proceso asistencial, desde que el paciente accede al sistema sanitario público hasta la resolución de su proceso. El ideal sería, según los expertos, conocer el tiempo que transcurre desde que un ciudadano acude a la consulta del médico de Atención Primaria, es derivado al especialista, precisa pruebas complementarias para su diagnóstico, le diagnostican y recomiendan una cirugía. A ello sigue la solicitud de pruebas preoperatorias, la consulta con el anestesista, la intervención quirúrgica y, finalmente, después de un proceso de rehabilitación se reincorpora a su vida habitual.

A pesar de ello, los 173 pacientes del último trimestre con tumores o enfermedades graves de la provincia que no admiten una demora para operarse superior a los 30 días no sólo fueron intervenidos en el Hospital leonés en su prioridad, sino que lo hicieron de media en 10 días, y los 50 del Bierzo, en 12 días. En cuanto a los catalogados como de Prioridad 2, el 70% de los 945 de León entró a quirófano antes de 90 días, pero sólo fueron intervenidos en ese periodo de tres meses el 39,6% de los 482 de Ponferrada. Los menos graves, de Prioridad 3 arrojaron porcentajes más altos del 75% y el 69% respectivamente para disponer de una cirugía antes de 180 días.

El Hospital dispone de una Unidad de Diagnóstico Rápido (UDR) para diagnosticar con celeridad enfermedades potencialmente graves. Recibe en su consulta un millar de pacientes nuevos al año y a otros 1.844 en consultas sucesivas. La agilidad que muestra esta unidad se traduce en que el tiempo medio de espera para que los enfermos sean vistos por primera vez es de 0,46 días de media, es decir, prácticamente sólo unas horas después de que el médico de cabecera, de urgencias o de otros servicios del Hospital leonés pidan poder remitirlos a la UDR. Porque los pacientes no pueden citarse directamente en la UDR, sino que son remitidos por los médicos del Hospital o Primaria.

Ubicado en el Hospital Monte San Isidro, el año pasado diagnosticó medio millar de enfermedades graves, entre ellas 305 neoplasias tumorales, y lo hizo antes de cinco días (4,9 días de media) tras ver al enfermo en la consulta, mandar efectuarle las pruebas pertinentes y concluir lo que padece a la vista de los resultados. La clave para diagnosticar con esa celeridad radica en la organización del trabajo. En la UDR, al enfermo con una dolencia potencialmente mortal remitido por los servicios médicos se le recibe el mismo día (98%), y de la consulta salen con hora y fecha inminente para un TAC o un escáner, gracias a que dispone de la inestimable colaboración de todo el Hospital que les da preferencia. Todo con varias llamadas, sin papeles y sin hospitalización, porque la UDR se controla desde el teléfono, que es la vía de entrada de los pacientes. La unidad funciona como alternativa a la hospitalización siempre que el paciente esté en condiciones físicas de acudir a su sede en el Monte San Isidro. Sobre la marcha se les realiza un análisis de sangre, y si hay que sacar líquido, se hace una biopsia para ganar tiempo. Las gestiones las hace la unidad, no el paciente, porque en cada trámite que efectúa el enfermo por la vía ordinaria se va la vida.

El 70% de las otras listas

Más de 8.600 enfermos de prioridad 2 y 3 fueron intervenidos en su rango de hasta 90 y 180 días
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