Los coches de Policía, sin lavar en San Andrés por 15 € de deuda
Tras tres meses, SPPME intercede para solventar mañana la situación
Los vehículos que utilizan los agentes de la Policía Local de San Andrés del Rabanedo llevan tres meses sin lavar por un ‘enfado’. La situación surgió por una cantidad a priori baladí, 15 euros, pero que colmó el vaso de la empresa de lavado. De hecho, tras un lustro encargándose del agua y jabón de los automóviles policiales y del vehículo del rádar, el dueño de la compañía se plantó en mayo porque el Ayuntamiento de San Andrés le adeudaba 15 euros. Al parecer, se cansó de los retrasos y la incertidumbre económica que conlleva realizar servicios para este municipio del área metropolitana leonesa.
La concejala de Hacienda, María Ángeles González, ordenó el pago de los tres billetes de cinco euros al taller de lavado, pero el plante prosiguió hasta que el Ayuntamiento garantice cómo va a abonar las facturas por adecentar los vehículos policiales.
El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME) ha mediado entre ambas partes y previsiblemente mañana podría acabar resolviéndose el problema en una reunión a la que también acudirá la concejala.
Hasta hace pocos años, los vehículos en los que recorrían las 6.500 hectáreas del municipio los policías locales eran dos Smart de 2006, un híbrido de 2009 con más de 300.000 kilómetros a sus espaldas y un todoterreno de 2010. Una furgoneta adquirida hace veinte años «ya no se usa», según confirman, al igual que el automóvil oficial del alcalde socialista Miguel Martínez comprado en 2006 y cedido en enero de 2013 por el ex regidor Gregorio Chamorro.
Ante las abolladuras, tapicerías rotas y cambios de marcha defectuosos que mostraba la flota de vehículos policiales, en 2020 el Ministerio de Sanidad cedió un vehículos de alta gama gratuito y el equipo de gobierno incluyó presupuesto para renovar dos turismos.
Gracias a la DGT, disponen de un vehículo rádar, que controló a más de 11.821 conductores el año pasado. La estadística de la Policía Local del municipio revela una mayor actividad de este aparato, ya que efectuó 11.821 mediciones en 2023, lo que representa la friolera de un 86,8% más que el año anterior. Claro que el exceso de velocidad representó una mínima parte del conjunto de 2.321 multas de tráfico, nutridas en un 25% con los conductores que no usaron el cinturón de seguridad (178) o los que carecían de la ITV en vigor (503). No respetar las señales de prohibición y aparcar en la acera se llevaron otros 124 y 102 denuncias. Pero si algo destaca en esa estadística son las treinta personas al volante acusadas de conducción temeraria o negligente, un 23% más, con persecución policial incluida, y los 119 que cogieron el coche con exceso de alcohol, junto con 108 que lo hicieron tras ingerir drogas.
Las multas de tráfico se tradujeron en 140.000 euros de ingresos para las arcas municipales, pero dejaron un reguero de 354 accidentes, un 18% menos que en 2022, aunque con dos muertos, uno más, que fueron un peatón y un conductor. Según los agentes locales, el despiste del conductor se sitúa en el origen de casi la mitad de los accidentes, seguido de la alcoholemia y las drogas. En 2023 se atropellaron a 22 animales.