San Marcos recibe obras cuatro años después y sin rastro de la segunda fase
Turespaña interviene para conservar el edificio y reformar el suelo del patio del Claustro
Las obras regresan al Parador de San Marcos, pero no para satisfacer la ansiada demanda de la segunda fase, como espera la capital leonesa desde que quedó en suspense la construcción de un nuevo edificio de nueva planta que devuelva la capacidad de oferta hostelera previa a la reforma. Se trata de una inversión de 1,6 millones de euros, en una intervención que promueve Turespaña), a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio. Así se publica en la licitación de las obras de conservación del Parador de San Marcos de León por con cargo a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia - Next Generation, según informa Europa Press. Esta es una de las actuaciones pendientes para el Parador de León a las que aludió en repetidas ocasiones la ex ministra de Industria, Reyes Maroto, antes de dedicar su carrera a la política municipal de Madrid.
La actuación se dedicará a la aspecto de mejora, conservación, restauración y puesta en valor del conjunto en 39 paradores y un conjunto monumental declarados Bien de Interés Cultural (BIC) gestionado por Turespaña, que se ejecutará que acometerá el estado con una inversión total estimada de 89,5 millones de euros.
Las obras licitadas para la conservación del Parador de León de destinarán al mantenimiento de la fachada de la iglesia, la sillería del coro y la reparación del suelo del claustro; cuenta con un límite estimado de ejecución de doce meses.
Las obras regresan al conjunto del edificio que alberga el Parador de San marcos, aunque no hay rastro ni referencia que aliente el restablecimiento operativo de este enclave al momento anterior a 2017, cuando en la reforma dejó olvidada la reconstrucción de un espacio de 180 habitaciones y espacios para celebraciones y congresos. Lo que era San Marcos antes de la reforma, en un proceso que se dilata en el tiempo y por el que la ciudad espera desde hace ya siete años.
En este tiempo se han acumulado contradicciones profundas entre las intenciones del ejecutivo con la forma que va a emplear para rearmar el edificio de la segunda fase, tras el derribo de la estructura que albergaba el grueso de la oferta del Parador San Marcos antes de su reforma. En esa secuencia de cambios de versión, el Gobierno llegó a plantear una consulta entre el sector hostelero de León y algunos administraciones, para repensar el proyecto y ajustar la cuanta pendiente a las necesidades de la oferta de alojamientos en la ciudad. Aquella idea mostrada por la ministra Reyes Maroto tampoco llegó a cuajar, entre las críticas de los políticos y la oposición de los mismos representantes del partido del Gobierno.
Los cambios en el Gobierno de España tampoco han alentado esperanza alguna en la determinación de levantar el segundo edificio hostelero en San Marcos. En este tiempo de reforma, el Parador de León ha visto pasar cuatro relevos en la presidencia de Paradores, sin contribución alguna a la intervención que espera la ciudad con el fin de reconstruir el buque insignia de la oferta turística en la capital leonesa y en la provincia.
Raquel Sánchez, la ex ministra de Transportes, última en acceder al cargo de presidenta de Paradores, en el despacho que releva a Pedro Saura, no ha mostrado hasta el momento la menor empatía con la causa pendiente de San Marcos, en la que se llegó a involucrar el compromiso del programa electoral de los socialistas, que llegaron a anunciar en diferentes convocatorias electorales la promesa de construir la segunda fase. El resultado hasta el momento ha sido idéntico al que resultó del último Gobierno del PP en la Moncloa, con Ángeles Alarcó en la presidencia del consorcio público que gestiona la sociedad que ampara la red de Paradores de España.
En esa secunda de desquites, y tras el cierre del último ejercicio y la planificación de nuevos retos, quedó demostrado que Paradores no tiene relación prevista de intervenciones pendientes en San Marcos al menos hasta el año 2026.
La última ocasión en la que se concretó un volumen de inversión para acometer este proyecto, la cuantía establecida era de 23 millones de euros. Y sustentada con planos y planteamientos arquitectónicos que fijaron el perfil de la nueva construcción, sobre ese perímetro que dejó vacío el derribo de la estructura anterior, y que ahora se sella con lápidas decorativas y ajardinadas.
Los propios trabajadores de San Marcos fueron los primeros en denunciar hace ya media docena de años, que la segunda fase se había atascado de tal forma que veían improbable que avanzara según lo previsto. Las obras de conservación van a regresar a este edificio; y no hay rastro de la segunda fase.