Las viejas viviendas de León dejan escapar las ayudas europeas que las harían mucho más rentables
Casi la mitad de las casas de la provincia son secundarias o están vacías, lo que dificulta la modernización del parque inmobiliario
Editorial: Derroche millonario por desinformación
La mayor parte del parque inmobiliario leonés está muy envejecido, y requiere importantes reformas (sobre todo en materia energética) para cumplir las exigencias no sólo de habitabilidad, sino de competitividad para acceder al mercado del alquiler o alcanzar una mejor rentabilidad a la hora de la venta. Las ayudas a la rehabilitación que los fondos europeos de regeneración (Next Generation) están liberando para afrontar esta modernización y adecuación de las viviendas son millonarias, sin embargo no están llegando de forma suficiente a los propietarios particulares. Ayudas que pueden alcanzar, según los casos, el 90% de la inversión requerida para afrontar la obra. A pesar de ello, los leoneses están dejando escapar «una oportunidad de oro» para poner al día los inmuebles, y convertirlos en más rentables no sólo de cara a un posible destino de alquiler, sino incluso para venderlos.
La pérdida de esta «oportunidad de oro» la lamenta Miguel Ángel Sánchez, gerente de la Cámara de la Propiedad de León. «La rehabilitación es fundamental para el parque inmobiliario leonés, y los fondos Next Generation la ocasión perfecta para recuperar edificios enteros, que están deteriorados y envejecidos. Y que tras pasar por estos procesos cumplen con todas las exigencias que se plantean ya para competir en el mercado inmobiliario».
Sin embargo, apunta que esta financiación millonaria no está llegando «a la sociedad civil, a los propietarios. Están rehabilitándose muchos edificios oficiales, y nos faltan datos. Pero en este momento la rehabilitación energética es fundamental de cara al futuro, y los ciudadanos o no lo conocen o no se han concienciado aún».
Envejecido
El caso es que el parque inmobiliario leonés está envejecido, más que la media española. La edad media de los edificios de la provincia supera los 40 años, la mayor parte se construyó antes de los 80. Y en la inmensa mayoría de los casos no se ha invertido en modernizarlos. Mucho menos, en adaptarlos a las nuevas exigencias de la normativa europea, determinante para afrontar el creciente negocio del alquiler en este momento y de cara al futuro. Pero también el de las exigencias de sostenibilidad y energía a medio plazo.
Tanto la concienciación como la voluntad de invertir en mejoras está directamente condicionada en la provincia por el elevado porcentaje de viviendas que no son las habituales para la residencia familiar, o que directamente están vacías y tienen pocas perspectivas de integrarse en el mercado inmobiliario.
Secundarias y vacías
Los datos del último informe del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana son esclarecedores con la radiografía del universo inmobiliario que delatan en la provincia de León.
Para empezar, poco ha evolucionado en los últimos años la querencia a la vivienda en propiedad de los leoneses. En 2011 había en la provincia poco más del 80% de las casas en propiedad, y menos del 11% en alquiler (se suma alrededor de un 9% en otras fórmulas de habitabilidad). En 2021, el último año analizado, la tendencia a vivir de renta había crecido apenas un 2%: eran 13,3% los propietarios de alquiler, y la propiedad seguía acaparando prácticamente el 77% de la tenencia de viviendas.
En todo caso, lo que en la última década analizada por los informes oficiales se evidencia es que aumentan el número de viviendas secundarias, y sobre todo vacías. Así las cosas, es más difícil que los propietarios se animen a afrontar las reformas de modernización que ahora se impulsan y se incentivan.
Aunque desde la Cámara de la Propiedad de León, y desde otras instituciones implicadas en la gestión de la propiedad inmobiliaria en León, se insiste en que la falta de información y las complicaciones burocráticas son la gran traba para impulsar la adecuación del parque inmobiliario a las exigencias actuales. Y, desde luego, del acceso a las ayudas.
Parón rehabilitador
La preocupación por el «parón en la ola rehabilitadora» de la vivienda en España ha sido trasladada por las cámaras de la propiedad al Gobierno, que se ha comprometido a incentivar la mejora de los edificios residenciales y comerciales, a través de la integración de tecnologías renovables y soluciones de aislamiento avanzadas.
Los incentivos se incluyen en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por los fondos europeos (NG). Buscan no sólo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino alcanzar los objetivos de neutralidad climática establecidos por la UE para 2050.
El Gobierno señala que aunque estos programas se pusieron en marcha a raíz de la pandemia, el traslado de los fondos a la realidad de las obras de rehabilitación está atascado en la gestión de las autonomías, que tienen miles de solicitudes pendientes para llevar a cabo estas obras.