La Rampa de Pajares: 140 años del milagro que cambió la vida de León y Asturias
Un 15 de agosto de 1884, el rey Alfonso XII inauguró un trazado activo a caballo entre tres siglos y rompió los retos de la ingeniería
En el principio, fue la Rampa. La de Pajares, que se apropió del término desnivel en toda su extensión, a la vez que aportaba equilibrio y cohesión al desarrollo territorial en un espacio en el que el éxito era mantenerse en pie. Esta es la historia de estructura de comunicaciones más exitosa de cuantas se llevaron a cabo en el territorio español, que pervive a caballo de tres siglos, y que mañana, 15 de agosto, cumple 140 años. Esta es la historia de un acierto que culminó el paso del tren por las crestas del cordal, en un reto que soñaron los estadistas y se atrevió a llevar adelante un gobierno con los mismos prejuicios e inclinaciones que el actual. El caso es que la Rampa salió adelante, y con sus 42,7 kilómetros subsiste como legado de un riesgo calculado que pervive, a pesar de los años. Un tren por Pajares es una escena tan pintoresca como valiosa, porque atiende a los límites más allá de lo que el ideario humano podía llegar a imaginar.
La apertura de la Rampa de Pajares redujo a la mínima expresión la extensión de la tarta en la que colocar las 140 velas que soplar, en una efeméride que será celebra por amantes del ferrocarril, incondicionales del sector, algunas instituciones y la sociedad civil, con toda la dedicación y cariño que merece el acontecimiento; mañana se cumplen 140 años desde el primer paso de un tren entre León y Asturias, en una plataforma que luego fue base para inspirar algunos de los sueños más profundos de estos dos territorios apegados a la cordillera, de grandes emociones creativas, de excelentes pasajes para la literatura.
En un apuro, las cifras de la rampa no encuentran parangón a estas alturas de la evolución humana: Entre Busdongo y Puente de las Fierros hay 63 túneles; cuatro de ellos, de soporte artificial; aunque en su origen había 61 galerías; dos de ellos, por encima del kilómetro de extensión. Sobre todos, sobresale la Perruca, que arma una de las mejores soluciones de ingeniería en un momento en el que el país ya disfrutaba de la expresión «que inventen otros», y constituye el mejor exponente de la capacidad de evolución del sistema de comunicaciones en la Europa occidental. Fue con los años, cuando llegó el reconocimiento a la valía de este soporte. La Perruca traza una líneas recta de tres mil metros, 3.072, de forma exacta, y pone en contexto la fecha de su calado, en la primavera de 1883, quince años antes de dar paso a la vía y al tren. Los relatos sobre la época ensalzan el manejo del aire comprimido para completar la perforación, con la exactitud del empleado en el túnel de San Gotardo, tantas veces en el espejo de la comparativa, de si España llega a ser Europa en materia de estructuras ferroviaria. La Rampa supera todas las marcas. Porque para excavar la Perruca se aplicó la referencia de dos boca, con la única referencia de tres pozos de marca intermedia. Fue el mayor túnel, en extensión, de todos los construidos en España.
Luego, están los pioneros. Las sociedades empresariales que se embarcaron en esta historia fascinante de desplegar el ferrocarril hasta los confines de la periferia del país, que es por los mismos derroteros en los que se entregó la obra de la Variante, con veinte años en pantalla, hasta que en noviembre de 2023 se escribió el capítulo final de la estructura del túnel que iba a jubilar a la Rampa. En eso está. Aunque se conoce que la obra, la del ferrocarril convencional tiene raíces hundidas en concepto de peso, que se encargaron de llevar adelante desde la compañía de ferrocarriles de Asturias, Galicia y León. En el cumpleaños, no habrá debate para analizar los pleitos que contrajo la empresa, resueltas a favor del despliegue que se conoce, una vez que se descartaron loas conexiones en forma de cremallera, y la pendiente de veinte milésimas.
Hoy en día, se escuchan coronar este reto, que armó una herramienta de futuro que trajo progreso a León y Asturias, testigo del paso de locomotoras que eran punteras y ahora se amontonan en los almacenes de los talleres como joyas cubiertas del polvo que soportaron vía arriba y abajo. En ese baúl ferroviario, se añade el Avril, que realizó los primeros ensayos de rodaje por este trazado. No faltan referencias visuales, hasta en la memoria de la gente, de las legendarias japonesas, otras que marcaron épocas de progreso cuando León y Asturias no figuraban en la cola de todos los parámetros del avance social y económico.
Si hubo milagro, la culpa fue de la Rampa, que el 15 de agosto de 1884 inauguró Alfonso XII. De Busdongo a Puente de los Fierros, para concretar el objeto del evento; colocaron un escenario engalanado en la boca sur de la Perruca, y el rey de España, Alfonso XII, de su esposa, María Cristina de Habsburgo-Lorena, de la princesa de Asturias, María de las Mercedes de Borbón y Habsburgo-Lorena, del presidente del Congreso, Francisco de Borja Queipo de Llano, o algunos diputados y senadores por Asturias.
Busdongo era un hervidero para recibir a un tren que cambió la historia de León y Asturias.