Otra cosecha de cereal, a falta de los 25 millones de inversión
El exponente de Torneros supera todas las perspectivas de abandono que manifiestan las administraciones en lo que tiene que ver con León.
Desde hace 17 años, Torneros da la vuelta a aun reloj de arena sobre un terreno por el que no pasa el tiempo; los quince primeros años de ese retraso se pierden en promesas y en proyectos en cajones; los dos últimos, en un proyecto redefinido y con las alas ferroviarias cortadas, pero con detalles y matices suficientes para hacer pensar que aquella vez sí. En 2022, el Gobierno dijo que en 2024 estarían empresas en fase de instalación sobre el terreno urbanizado; ni una cosa , ni la otra. Hoy Torneos acaba de aporta otra cosecha de cereal a la campaña estival de la agricultura leonesa, en espera de que alguno de los 25 millones prometidos para impulsar este desarrollo se lleguen a matizar en ejecución de obra.
No tiene pinta de que esta cosecha recién liquidada va a ser la última. A un lado el tren, al otro las autovías, en una cierre de perímetro que no se salta con buenas intenciones. Torneros es testigo de cómo se coloca suelo industrial y logístico en otros recintos de la provincia leonesa, mientras sobrevive como oportunidad perdida que ha dejado pasar trenes; el del gran emporio de la distribución saltó a Asturias porque no había suelo disponible en León; cuando dos cadenas de la alimentación se decantaron por Villadangos, porque no había puerta a la que llamar para colocarse en la mejor posición geográfica que ofrece el Bernesga; cuando el polígono del alto páramo comenzó a doblar su espacio y Torneros no ha recibido un adoquín.