Ocio
Los empresarios critican que la hostelería pague siempre la culpa
Paula Álvarez, gerente de la Hostelería Leonesa, lamenta que el sector esté siempre en la diana
El anteproyecto está haciendo un tremendo daño a los empresarios de la hostelería leonesa que se quejan de la reiteración con la que se adaptan medidas de supuesta prevención en favor de los consumidores, pero que en el fondo causan un daño tremendo a los emprendedores del sector. «Siempre nos eligen para hacer las pruebas y siempre lanzan los globos sonda contra nosotros», gerente de la Asociación de Hostelería de León.
El punto que más complicaciones plantea para los profesionales es el que establece la necesidad de modificar la publicidad en las mesas y en las sillas de las terrazas para evitar que supuestamente se incide al consumo de alcohol, especialmente entre los menores.
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«Es un proyecto de ley que yo creo que se lanza ahora en verano para ver qué efecto causa en la sociedad y cuál es la repercusión, pero que en realidad no creemos que vaya a salir adelante o no debería de hacerlo. El hostelero lo que quiere es trabajar y normalmente no es ajeno a los problemas de la sociedad. La hostelería leonesa está tomando medidas y sabe que la mejor filosofía es la del sentido común, pero este tipo de normativas solamente suponen gastos y no aportan nada real a la sociedad».
La prohibición de utilizar la publicidad en el mobiliario de las cafeterías, bares y restaurantes supone solamente un perjuicio para el sector porque supone contar una financiación. «Montar una terraza con una cierta calidad supone un gasto de 500 euros por una mesa con sillas y si no hay publicidad, el problema es importante». Por eso se preparan reacciones: «Queremos presentar alegaciones a finales de agosto, seguramente. Hay plazo hasta el 6 de septiembre pero tenemos muchos frentes abiertos en la actualidad». Por ejemplo «está también el tema de la prohibición del tabaco en las terrazas, que es un ataque al civismo. Una persona que esté sentada en una terraza de una cafetería no puede fumar, pero alguien que pasa por la calle a 50 metros de la terraza sí que puede ir fumando y no pasa nada. No es lógico, el mismo daño se causa a la persona si el humo viene de la silla o del peatón, y sin embargo eso no se tiene en cuenta», lamenta la gerente de la asociación.
«Se trata de una cuestión de sentido común, pero las leyes no entienden de lógica cuando se hacen las cosas de esta forma. Porque lo que está claro es que los menores no hacen los botellones ni en las terrazas ni en las cafeterías, sino que lo hacen en las plazas y en las calles. La ordenanza municipal para las terrazas de cada localidad es diferente y de por sí, ya tenemos estipuladas muchas cuestiones. Por ejemplo la publicidad tiene un tamaño máximo y los logotipos de los bares también. Pero estamos cansados ya en este sector de tanta normativa y parece que cuando no hay otra cosa que hacer, se ataca a los hosteleros», criticó.