Sucesos
El derribo del chalé de Los Osorios pone fin a los años de polémicas en La Palomera
La última de las viviendas pendientes fue demolida ayer y acabó con los vaivenes que sufrió la zona en este tiempo
Las tareas de demolición del polémico chalé de ‘Los Osorios’ se llevaron a cabo ayer con los trabajos de la empresa responsable de las actuaciones, los bomberos de León que intervinieron para comprobar que no hubiera presencia de okupas y la Policía Local pendiente de mantener el orden público.
La propiedad tenía el mandato municipal de derribar este edificio, que fue construido en 1953 y constituía el último testimonio de la arquitectura de aquella época en las afueras de la ciudad, donde abundaban las granjas y alguna vivienda.
La actuación, con la que se pretende mejorar la seguridad y salubridad en la zona y que también responde a una demanda vecinal de los vecinos del barrio de La Palomera.
La licencia para la demolición fue concedida al Sareb, propietario de los inmuebles. Los trabajos comenzaron a realizarse bajo la dirección de los técnicos y el proyecto presentado que figura en la documentación.
Además, ya se ha constituido la Junta de Compensación para la urbanización de estos terrenos con el objetivo de darles el uso que se establece para ello en el Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de León.
Una patrulla de la Policía Local del Ayuntamiento de León se personó en las inmediaciones para garantizar la seguridad en la zona. A este respecto, se ha limitó la circulación de peatones por la acera más próxima al inmueble como medida de precaución.
Con esta actuación el Ayuntamiento de León puso fin a la situación de esta vivienda que, dado su estado de abandono y falta de mantenimiento, presentaba problemas de seguridad y también era un foco de insalubridad y molestias para los vecinos de la zona. En mayo de 2022 el Ayuntamiento de León inició el expediente contradictorio para la declaración de estado de ruina de este inmueble y de otro ubicado en el número 25 de la misma vía y que ya fue demolido.
La decisión fue tomada en base a los informes técnicos de los arquitectos municipales. Posteriormente, en agosto de ese mismo año, se declaró el estado de ruina de ambos edificios, paso previo necesario para proceder a su demolición.
La zona se hizo famosa entre otros aspectos por la presencia de Salvador Armesto, que se negó en su día a cumplir la orden municipal de desalojo. En un recurso de reposición, el artista Salvador Armesto alegó entonces que era su «domicilio habitual y mi única vivienda junto con la de mi perra (animal de compañía), en mi caso desde hace una década». Fue el último episodio de una dilatada historia.
La historia del chalet arranca en el año 2018, cuando a pocos metros de estas viviendas, el número 1 de la plaza Severino Ibáñez comenzaba el expediente de derribo. Se ejecutó en el año 2021 y ante el estado de abandono y la mala conservación que presentaban, los vecinos empezaron a despertar las quejas.
Desde 2022
En Los Osorios el problema no llegó hasta 2022. El 31 de mayo, el Ayuntamiento activó el expediente y declaró la ruina de los números 25 y 27-29. Los informes técnicos e elaborados por los arquitectos del consistorio fueron el argumento para iniciar el expediente y posteriormente notificar a los propietarios la decisión adoptada..
En marzo de 2023, el Ayuntamiento anunció que se aprobaba la licencia con la que se podía demoler los dos inmuebles en estado de ruinas y se concedió la licencia al Sareb como propietario. El 25 de mayo fueron derribadas las dos viviendas del número 25 y quedaba pendiente del chalé, que empezó a demolerse ayer.