En la década de 1950, la provincia de León reflejaba un entorno marcado por la tradición y la ruralidad, característico de la España de posguerra. La vida en los pueblos y aldeas leonesas giraba en torno a la agricultura y la ganadería, con campos extensos de trigo, cebada y maíz que definían el paisaje rural.
Las montañas de los Ancares y la cordillera Cantábrica ofrecían un refugio para la vida pastoril y la explotación minera, especialmente del carbón, que era una de las principales fuentes de empleo y desarrollo económico en la región.
El día a día en la provincia transcurría a un ritmo tranquilo, con las campanas de las iglesias marcando el paso del tiempo y las plazas de los pueblos sirviendo como punto de encuentro para sus habitantes. Las tradiciones, las romerías y las fiestas patronales mantenían viva la cultura y la identidad leonesa, mientras que las economías locales, en su mayoría autosuficientes, enfrentaban los desafíos de una época de escasos recursos y aislamiento. A pesar de las dificultades, la solidaridad y el sentido de comunidad prevalecían, tejiendo un entramado social que definía la vida en la provincia de León en esos años.
Los chavales juegan al fútbol en el patio del grupo escolar, que fue construido en la entrada de Puente Castro en 1956.
Los jóvenes posan ante el Bar Santos en 1956 durante las celebraciones de la Fiesta de la Protectora en Trobajo del Cerecedo.
Ángel Puente y Nieves de la Puente el día de su boda en Villalboñe de la Sobarriba, en los lejanos años 50.
El 5 de octubre de 1954, en San Froilán, el viejo santuario de La Virgen del Camino seguía en pie. Miles de leoneses celebraban allí la gran romería de León.
El 27 de julio de 1956, las cosas habían cambiado para siempre con la construcción del colegio de los Dominicos y el nuevo santuario.
Época de fiestas. En la foto, mozas de Molinaferrera. El grupo de jóvenes posa entre la muchedumbre.
En Magaz de Cepeda, con los peculiares gigantes, cabezudos y un toro simulado. Al fondo la vieja iglesia, ya inexistente.
San Pedro de Luna en 1953, anegado por las aguas del embalse.
Panel de control de la central eléctrica de Mora de Luna. La fotografía fue tomada en 1956.
La comitiva que acompañaba a Franco se detiene en lo alto de la presa durante la inauguración del Pantano de Luna el 24 de septiembre de 1956, construido por presos políticos.
Así era Campo de Luna en 1950, poco antes de su inundación.
El pueblo de Cosera, hoy desaparecido bajo las aguas del embalse.
Lagüelles en 1950. Los vecinos del barrio de El Pandillo tuvieron que abandonar el pueblo en barca.
Las cosechas de los vecinos de Mallo se perdieron tras haber sido recolectadas. Los haces de mies quedaron flotando en el agua tras la precipitación del embalse.
De Láncara de Luna, que era así en 1950, solo queda el recuerdo y algunas fotos.
La Guardia Civil y los hijos del cuerpo en Murias de Paredes a finales de los 50.
Época de rezos y velos. Y de santos bajo palio. Es una procesión en Villablino.
Un lugar de ensoñación que no ha sucumbido al paso del tiempo aunque irremediablemente ha cambiado. Es la carretera entre La Vecilla y Valdepiélago en 1956.
Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús en Ambasaguas de Curueño el 5 de junio de 1955. El pueblo entero se fotografió el día que ocho niños hicieron la Comunión.
Las monjas Agustinas de Mansilla de las Mulas realizaban iniciativas como el chocolate de los pobres, organizado en 1958.
Antigua gasolinera de émbolo, propiedad de Jacinto Rey, situada frente a las escuelas de Mansilla de las Mulas.
Mujeres trabajando en unos lavaderos de carbón. Era junio de 1952.
Villaverde de los Cestos en 1950. Radio regalada por el hijo, emigrante de las américas.
Clase de la maestra doña Pacita en la localidad de Corullón.
Inauguración de la fuente de Berlanga del Bierzo en 1953.
Niñas de la escuela de Puente de Domingo Flórez con doña Genoveva, su maestra, y críos y madres que se arrimaron para retratarse.
Laguna Dalga estrenó San Isidro en 1955. En esta procesión salió el santo, por primera vez, a la calle.
El carbón ha representado la mayor actividad del siglo XX en Tierras del Bernesga. El cambio de vida supuso un notable cambio de mentalidad. En la foto aparecen Jesús, Agustín, José Martínez...
En los años 50 la mayor parte de las calles no estaban pavimentadas. Los días de lluvia se convertían en un lodazal.
José Fernández Morán fue el iniciador de la industria avícola en Olleros de Alba. La imagen fue tomada en 1952 en la Granja San Miguel.
Vecinos de Santa Lucía con las vestimentas tradicionales en 1955.
Los niños de Ciñera acarrean agua para las casas en el verano de 1955. Con el caldero, Antonio Valbuena.
Busdongo en los años 50. La nieve no deja dudas de cómo eran los inviernos.
El Parador de Riaño, o de La Puerta, inaugurado en 1951, recibió en los escasos treinta años que estuvo abierto decenas de visitas ilustres.
Los jóvenes de Acebedo bajan la montaña sobre sus esquís.
Instalaciones de Hulleras de Prado de la Guzpeña.
A lomos de caballerías iban los capuchinos y sus acompañantes a predicar misiones por los Oteros en los años 50. El padre Pacífico de Pobladura iba a predicar, el día de la foto, a San Pedro de los Oteros.
El primer tractor, un Lanz, que llevó en procesión a San Isidro Labrador en Fresno de la Vega el 15 de mayo de 1959.
Los mozos dispuestos a correr las cintas en Campazas en 1957, de gran arraigo en las fiestas. También se hacían en bicicleta.
Varios presos, entre ellos Clementino Díez, último alcalde republicano de Valencia, cantaron la salve en la procesión de Viernes Santo a la puerta de la cárcel de Valencia de don Juan.
En abril de 1957, el diario Arriba dedicó un especial a Sahagún. Por entonces, todavía era habitual la imagen del aguador, que recorría las calles con su carreta llena de cántaros.
Danzantes en Matallana de Valmadrigal en los años 50.
Plantilla de la Cultural para la temporada 1950-1951.
Cartel de uno de los espectáculos que el Teatro Emperador organizaba durante la década de los 50.
Mujer y su hija posan durante los años 50 con indumentarias propias de la época.
Una mujer que realiza música tradicional posa ante la cámara en la década de mitad del siglo XX.
Pedro Sobrín, fue mozo de espadas, jefe de taquilla de la plaza de toros de León y fundador y socio del Club Taurino. En la posición más alta en una foto en Gradefes.
La procesión del Dulce Nombre durante la década de 1950.
Las calles de la ciudad de León estaban invadidas aún por animales como medio de transporte.
Cena organizada dentro de la I Vuelta Aérea al antiguo Reino de León en 1954.