La urbanización de Feve espera desde junio a que el Ayuntamiento reciba la obra
Adif remató la intervención y se mantiene al margen de los plazos que maneja el alcalde de León para la recepción y apertura de los viales
Editorial: León, una ciudad invadida por los muros
Los plazos con la urbanización de Feve resultan volátiles; los plazos que maneja el Ayuntamiento de León, fijados por su alcalde, José Antonio Diez para la reapertura de los viales se hacen añicos rotos por el mismo incumplimiento de las previsiones.
Mayo pasó; como pasó julio. Sin embargo, el matiz se localiza en el propio Adif, que tiene preparada la obra desde el mes de junio, lista para su entrega y cesión, sin que el Ayuntamiento de León le haya remitido documentación alguna para recepcionar ese área, que ha cambiado el entorno estructural y visual de la estación de Matallana, y su zona de influencia. Esta es la información que obra en manos del administrador ferroviario, en donde no cabe más sorpresa por el periodo dilatado que se toma la administración municipal de León para cumplimentar el trámite para que la intervención quede bajo el amparo del Ayuntamiento.
Este es el último capítulo de una polémica que colea entre el ruido que origina el retraso en la apertura, nunca aclarada por parte del alcalde, que se limitó a señalar al organismo de Transportes por las causas que ocasionan el retraso en la transmisión de este espacio a la gestión municipal. El anterior, al parecer, dejó una rastro de sorpresa en el administrador ferroviario, a partir de las mismas explicaciones de Diez en las que el 9 de abril, puso el primer horizonte a la apertura de los viales: «No puedo decir si 15 días o un mes, o un mes y medio, pero no podemos irnos mucho más tiempo», concretó en primavera. El 14 de junio, enmendó las perspectivas, una vez que ya estaba caducado el plazo. «A los largo de mes de julio», aproximó en unas declaraciones sobre esta cuestión pendiente el propio alcalde socialista, con el testigo de cargo de unas conversaciones y reuniones que había mantenido con los responsables del Adif.
El recorrido del guión incluye unas operaciones para desbrozar la maleza, meter el cable en las farolas de la urbanización y hacer el enganche desde las acometidas del enlace con Ramón y Cajal para que el alumbrado pudiera tener suministro ante la falta de los centros de transformación eléctrica. Pero desde el 20 de junio, no se ha vuelto a producir actividad en la zona, de tal forma que la secuencia avala las circunstancias con las que desde el administrador ferroviario se defiende su actuación en esta intervención, sin flecos pendientes, sin más cuentas que resolver que la que depende de que el Ayuntamiento presente la documentación para recepcionar la obra.
Los capítulos previos han hecho envejecer mal los términos que se podían emplear como disculpas factibles para entorpecer el traspaso. Los transformadores, y su ubicación, tres en superficie y uno enterrado, que no son necesarios para atender las necesidades de iluminación de la nueva zona urbanizada, con una red de suministro que se puede atender de sobra desde las acometidas de las que dispone el propio Adif en edificaciones de este entorno.
De hechos, esos transformadores eléctricos sólo tiene una función específica y necesaria sobre el uso del suelo liberado en esta intervención, que podrá tener dedicación comercial. Todo este círculo se cerró con mucha anterioridad, hace al menos tres años, tras algunas correcciones sobre el primer proyecto de reurbanización, que se encomendó ya en 2019. Es el sello de todo lo que rodea a Feve en León.