Adif saldará con 30 M€ los 20 años de deuda en la vía León-La Robla

Entre León y La Robla hay poco más de veinte kilómetros de vía y otros veinte años de expectativas quemadas por el tiempo. Adif dispone de treinta millones de euros para saldar esa deuda, que es un verso suelto en la conexión de la alta velocidad en la línea entre la capital leonesa y Asturias.

Este apéndice, que tiene casi tantas proyecciones como años encajado en la mesa de asuntos pendientes de la obra ferroviaria, está a punto de deshacer el nudo que se frenó en el último suspiro, al decidir que el tren pasaría el túnel de la Variante sin necesidad de completar el tramo previo a las galerías.

León-La Robla va camino de culminar el enésimo proyecto, en redacción, según dejó trascender hace unos meses el propio administrador ferroviarios, que acometió un nuevo borrón y cuenta nueva para este tramo de antesala de la gran intervención de la obra pública en España, que quemó 4.000 millones de euros en la nueva vía bajo el techo de la cordillera, que comunica a León y Asturias desde el pasado mes de noviembre.

SeccionesEl primer tramo a renovar se realizaría entre León y el enclavamiento de Santibáñez

Hay treinta millones presupuestados para lanzar esta renovación, que va a ser la definitiva, mientras al lado del cauce del tren están diseminadas las pruebas de que el intento anterior no llegó a concretarse; traviesas polivalentes, apiladas o repartidas por secciones y tramos, según la configuración definida en base al modelo de explotación de la circulación ferroviaria que mara e impone la puesta en servicio de los túneles; eso implica desplegar ancho mixto, en afamado triple hilo, que cede paso a las composiciones en ancho ibérico y ancho estándar, para acomodo de la alta velocidad.

El túnel este de la Variante de Pajares tiene esta planificación, y el del lado del poniente dispone de un ancho sujeto sobre la traviesa polivalente, que facilita la transformación en ancho internacional.

ActividadLa idea es realizar los trabajos mientras se mantienen las frecuencias de tren

Entre bocetos y cálculos, se han quemado dos décadas para adaptar la tierra media de aquel ambicioso proyecto de horadar la montaña para facilitar el pasado del ferrocarril entre León y Asturias a las exigencias de competitividad de un tren ajustado al criterio de la alta velocidad. De momento, reformar el asiento, de raíles, traviesas, el vuelo de la catenaria. Y así se recuperan las conjeturas sobre la disposición de las actuaciones pendientes, que tendrán que encajarse entre la frecuencia de la circulación ferroviaria entre León y Asturias; ahora ampliada, porque en la línea de viajeros, desde hace tres meses, creció casi de forma exponencial el número de frecuencias con la entrada en servicio de los S-106, y alguna composición más del servicio Alvia; se mantiene, de forma paralela, el repertorio de los servicios de mercancías. Con esos condicionantes, los trabajos se deben acometer por tramos, como el sostén de referencia que supone el enclavamiento de Santibáñez, que filtra la circulación desde que en noviembre se abrieron las puertas de los túneles.

Este encargo que maneja Adif amenaza con ser el definitivo, con los rescoldos aún calientes entre las pruebas de que las anteriores acometidas acabaron en salida de vía; de las más reciente, hace ya seis años, quedan las traviesas hacinadas y diseminadas a lo largo de varios trechos del recorrido.

En el mejor de los casos, se van a emplear otros dos años en culminar esta empresa; desde León a Santibáñez tenía un calendario de finalización en este verano de 2024. Pero eso fue en otro momento de optimismo, que rehace el proyecto actual, el vigente.