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Un 7% de pacientes planta al médico sin avisar y el 6% no acude a sus pruebas

Sacyl hace un llamamiento para que los usuarios anulen para evitar que se pierdan 250 citas al día

​Editorial: Perjuicio a todos en las consultas

Un paciente sale del centro de salud de El Ejido. FERNANDO OTERO

León

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Son las nueve y diez minutos de la mañana. La enfermera sale de la consulta y llama al primer paciente. Nadie responde. Nadie ha llamado para anular la cita, pero tampoco ha acudido a su médico. En muchas ocasiones no existe justificación. Puede que el enfermo piense que si no va, tampoco pasa nada porque ya se encuentra mucho mejor. Y así, con esa reflexión, es como se pierden miles de citas médicas en la provincia.

Si se aplica la medida que quiere imponer Francia de cobrar cinco euros a los pacientes que den plantón a su médico y no se molesten en anular la cita a la que no pueden o quieren acudir con una antelación de 24 horas, atención primaria ingresaría 310.000 euros en León.

La iniciativa aún no se ha planteado en España, pero Sacyl sí efectúa un llamamiento a los enfermos para que usen las opciones de anular el encuentro si no van a presentarse, ya que cada día se pierden la friolera de 200 a 250 citas sanitarias, un 7% médicas y un 6% de pruebas. Un tiempo que sería oro para atender a otro enfermo.

Las listas de espera generan muchos recelos y numerosas críticas, pero, en ocasiones, pueden aliviarse también desde la parte de los propios pacientes, ya que los plantones dejan un hueco de 62.000 citas cada año (si se tienen en cuenta los 249 días hábiles en que se programan).

No se trata de que paguen justos por pecadores, ya que la mayoría de usuarios de los servicios sanitarios cumplen e incluso sufren las demoras que se producen en las consultas. A todos les puede surgir un imprevisto que imposibilite asistir al centro de salud el día y hora fijada, pero Sacyl apela a la responsabilidad individual para que el «buen funcionamiento de la sanidad sea cuestión de todos », y en vez de perder esas valiosas citas médicas porque no se cancelaron a tiempo, se puedan conceder a otros enfermos y agilizar el sistema.

El área de León dispone de 28 consultorios y solo en los dos que funcionan como centro de especialidades del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), el número de citados cuyo nombre se escuchó en la sala de espera sin respuesta se elevó a 7.089 en La Condesa y 8.038 en José Aguado.

El mayor porcentaje de ausentes se produjo en el servicio de psiquiatría (14,49%), seguido de Dermatología (11,08%), aunque poniendo el acento en la cifra de pacientes que fallaron en lugar del porcentaje, el servicio al que más dieron plantón fue el de oftalmología (1.490 personas de las 16.836 citadas).

Digestivo y Cardiología

En el otro extremo de la balanza, el servicio de cirugía general y digestivo registró el menor índice de enfermos que se saltaron la cita (2,55%), junto con los de cardiología (3,32%). En cuanto a las pruebas, en el centro de La Condesa 5.308 usuarios no acudieron a efectuarlas (13%) frente al 7% que no lo hizo en José Aguado (2.524).

Por su parte, en el Hospital, 9.500 pacientes plantaron al especialista en su primera consulta sin anular su cita, lo que supuso un 7% de las 164.500 realizadas. El dato no es baladí, ya que estas faltas implicaron un gasto superior a los dos millones de euros para las arcas públicas en León, el equivalente a la adquisición e instalación de un acelerador lineal que mejora con menor radiación los tratamientos de los enfermos, sobre todo, de cáncer.

Las consecuencias de este uso ineficiente de los recursos también se trasladan al resto de usuarios y a la gestión del sistema. La cifra se obtiene de multiplicar las consultas a las que no acudió nadie por el precio de los servicios que oscilan entre los 227,89 euros, en el caso de que se trata de primeras consultas de tramo 1, y los 179,81 del tramo 3.

Un dato nada baladí

Las faltas implicaron un gasto equivalente a la adquisición e instalación de un acelerador lineal

El porcentaje se reduce un punto

En el último año, la Sanidad leonesa ha logrado reducir en un punto tanto el porcentaje de pacientes que no acudieron a su cita médica (que representaban el 8% en 2022 y el 7% el año pasado) como los que no asistieron a sus pruebas para someterse a una resonancia magnética, una mamografía, una ecografía o un TAC y no llegaron a comunicar que les sería imposible presentarse ese día y a esa hora (que mermó del 7% al 6%). Hay pacientes que son reincidentes en no anular la cita y no acudir. Los médicos creen que habría que hacer algún tipo de medida. «Un plan de concienciación para los que no vengan a consulta sin avisar, podría funcionar. Deben conocer la importancia de anular una cita».

Más de 62.000 oportunidades al año perdidas para otros usuarios

Los plantones no comunicados se traducen en más de 62.000 oportunidades perdidas para la atención de otros usuarios y reprogramaciones. Los ambulatorios de La Condesa y José Aguado ejemplifican el trasiego de agendas. En el primero, se efectuaron 135.364 citas, pero no 13.410, mientras en el segundo se gestionaron 125.628 y no se realizaron 10.345. En ambos se reprogramaron 40.868 peticiones, 6.000 de ellas a petición de los propios pacientes y otras por causas institucionales y permisos. Situaciones de este tipo se han traducido en carteles curiosos, como el colocado en la puerta de una consulta de Primaria en el que se leía: «La semana pasada no acudieron a su cita en esta consulta 31 pacientes. Si estos pacientes hubiesen anulado sus citas, usted podría haber sido atendido antes». El escrito insistía en que «el buen funcionamiento de la sanidad pública es responsabilidad de todos». El médico que lo escribió señalaba además que esos plantones «son lo habitual». De hecho, no es la primera vez que profesionales sanitarios muestran su enfado ante este tipo de practicas por parte de los pacientes, aunque los enfermos también suelen quejarse de la tardanza de algunos facultativos en citarles para sus dolencias. Sanidad aconseja cancelar la cita «cuando se sepa que no se va a hacer uso de ella», ya que es «un pequeño gesto que otros agradecerán y no habrá tantos retrasos». La demora puede oscilar entre uno y tres días