Sánchez se cansa de Tudanca y apuesta por un cambio de líder en Castilla y León: Izquierdo, el alcalde de Soria, Ana Redondo...

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, guillotinará a su partido en Castilla y León y renovará el liderazgo que desde 2015 ha pretendido ejercer Luis Tudanca. La convocatoria del 41º Congreso Federal del PSOE pretende realizar una profunda renovación territorial, que incluiría, además de a Castilla y León, a Andalucía, Aragón y Madrid. No hay que olvidar que Tudanca ha sido uno de los barones más críticos con la dirección federal y también con su partido en León, precisamente la agrupación más numerosa de toda la comunidad.

La idea de esta regeneración respondería a la pretensión de Sánchez de moldear el partido y evitar las voces críticas o silenciosas con su gestión, que tendrá que salir más que revalidada de la cita congresual.

Al menos se realizarían cambios en estas cuatro autonomías, pero el alcance de la transformación del partido podría ser mucho mayor, puesto que también se producirían relevos en la dirección del PSOE, según habrían confirmado fuentes socialistas a El Mundo.

Todo ello ocurriría después de este congreso. Hay 90 días para que los comités autonómicos convoquen sus respectivos conbresos, por lo que el listado de candidatos poría quedar cerrado a principios del próximo año, con finales de febrero como fecha tope.

La confianza de Sánchez en Tudanca sería nula en este momento. Óscar López, uno de los hombres fuertes de Sánchez en este momento, apuesta por el senador vallisoletano Javier Izquierdo, que actualmente es el secretario de Estrategia y Acción Electoral de la Ejecutiva de Ferraz. Por su parte, el ministro Óscar Puente se decantaría por un dirigente local con carisma. En Castilla y León, el único cargo con peso es el alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, que lleva ganando elecciones ininterrumpidamente desde el año 2007. Ana Redondo, ministra de Igualdad, podría ser otra opción.

El adelanto del Congreso Federal del PSOE, previsto para el año que viene, ha sido justificado por Sánchez en los problemas que hubo para celebrar el anterior como consecuencia de la pandemia del covid-19. El objetivo, gobernar en aquellos territorios donde se han ganado elecciones pero no se ha llegado a dirigir el gobierno autonómico. Y también deshacerse de los sectores críticos que poco han aportado al plan de Sánchez durante la presente legislatura.