Sentido homenaje a Juárez en La Virgen del Camino
La localidad recuerda a su insigne vecino, devoto de la Patrona y viñetista de este periódico
Cartel festivo de 1999
El pueblo de La Virgen del Camino rindió ayer un caluroso homenaje póstumo al que fuera uno de sus vecinos insignes, gran devoto de la Patrona de la Región Leonesa y la ‘sonrisa’ de la actualidad durante casi cuatro décadas en este periódico. Antonio Juárez Gallego, gran humorista, mejor persona y buen dibujante del ‘chiste’ diario demostró que el mejor camino para hacer humor es una mirada bondadosa, comportamiento inocente y creer en la vida y sus gentes. Un público que ayer acompañó a su viuda Susana González y a sus tres hijos Natalia, Cristina e Iván, en el Auditorio al Aire Libre de La Virgen, donde se recordó su figura y aquel cartel de 1999 que sirve reeditado para anunciar los cuatro días de fiesta que vivirá la localidad donde residía.
El alcalde, David Fernández, tuvo palabras cariñosas para el ‘paisano’ Juárez, fallecido en la juventud de los 61 años. Su familia le recuerda como un gran marido, un gran padre y un gran abuelo; como una persona pequeña en tamaño pero de enorme corazón y un gran profesional que dedicó su vida al humor gráfico, pero tuvo tiempo para su familia.
Entre las anécdotas, se reveló que excusaba sus bromas en casa como «deformación profesional»; y que guardó en carpetas y en formato digital todos sus dibujos. A Juárez siempre le gustó dibujar, desde pequeño. Así que decidió dedicarse profesionalmente al difícil oficio del humor, especialmente cuando la realidad se empeña en ser cruel o antipática. Nació el 15 de marzo de 1963 en León. Y como dicen sus compañeros gráficos, fue un tremendo cartelista. Comenzó haciendo ilustraciones en Diario de León en 1987, tras coger el testigo a Lolo , con el que siempre mantuvo una gran amistad. Su viñeta El humor de Juárez aportó humanidad al periódico. Había estudió en los Dominicos de La Virgen del Camino, a los que siguió vinculado hasta el final de su vida. En 1991 se hizo un hueco por méritos propios en las páginas de Opinión de este periódico con una viñeta de humor. También ponía una gran pasión en los talleres de cómic e ilustración y actividades de animación a la lectura en los colegios. También participó en la exposición Cómic en ruta, que recorrió medio centenar de localidades.