El PSOE planea adoptar el modelo del tren burra en la traza de Feve en León
El alcalde encaja la idea del Gobierno de crear un jardín entre la estación de Matallana y la Asunción
Editorial: 'El tren completo de Feve es irrenunciable'
El regreso del tren de Feve al centro de la ciudad está herido de muerte. El alcalde de León reconoció ayer su disposición a crear una especie de sanedrín, comisión o grupo de estudio, para acomodar la traza ferroviaria a un espacio verde. Un jardín, por el pasillo del ferrocarril entre la estación de Matallana y el apeadero de la Asunción, donde quedó varado el avance del ancho métrico, durante catorce años, mientras la clase política debate sobre normativas tranviarias y conceptos urbanos de cómo relacionarse con un tren en superficie.
La opinión de José Antonio Diez a cerca del concepto espacio verde donde se enterró la trinchera del tren ratifica la idea expuesta por la cúpula política del Ministerio de Transportes, en boca del secretario de infraestructuras, segundo del ministro de Valladolid Óscar Puente, que deslizó la alternativa del concepto de zona verde por un espacio reservado para el regreso del tren. La coincidencia de opiniones entre el alcalde socialista leonés y el socialismo que gestiona el Ministerio de Transportes hace sospechar a la oposición en León de un acuerdo previo para lanzar y allanar esta postura, que liquida el regreso del tren al centro de la ciudad y condena el concepto cercanías al perímetro de un apeadero en el extrarradio de la ciudad, a dos kilómetros del centro. Diez puso como testigos de cargo de vecinos de La Asunción y San Mamés «ya acostumbrados a la situación sin ferrocarril. No veo que los vecinos estén planteando una necesidad urgente de recuperar ese servicio ferroviario urbano», declaró ayer el alcalde.
El PSOE se posiciona así en contra de unas condiciones de transporte ferroviario, entre tren tranvía y tren-tran, que disfrutan casi una docena de ciudades en España, y que da continuidad a una vía mutilada desde hace casi catorce años a pesar de su condición de servicio público. En esos dos kilómetros de la Asunción a la estación de Matallana, se cierne una solución como la que ya experimentaron otras trazas ferroviarias en León; verde, como el tren burra, del sur de León; la Ruta de la Plata, entre Astorga y Plasencia, que ahora trata de recuperarse 40 años después del cierre mientras las administraciones financian su muerte y resurrección como senda de paseo. Eliminar la trinchera del tren en León costó más de 20 millones de euros.