A los pendones leoneses también les toca sortear el cableado. Como a los pasos de Cruz de Semana Santa. Son imágenes excepcionales de tradiciones ancestrales. Como la de seguir el cortejo desde las sillas de ir al río. Lo mismo.
Los acordes del ‘Todos somos de Leon’ no quedan demasiado extemporáneos en una muestra de este tipo. Pero interpretados con un saxofón sí. Fue a la altura de la entrada a La Virgen del Camino, cuando desde una casa se improvisaron los ecos de una de las canciones más características del folklore leonés pero con un toque a lo Kenny G.
El leoneismo verdadero él eligió los cielos del Santuario. Son mucho más propios. Folclore leonés, pendones, carros, juntas vecinales y localidades… todo bajo la bandera del León popular y de pueblo.
La explanada del Santuario se fue llenando poco a poco, de curiosos, de autoridades y de sonidos. Y de exhibiciones de euforia. Mástiles de pendones, sostenidos sin manos, bailes, casi imposibles al son de la dulzaina y del tamboril.
20 minutos antes de la hora de la misa, llegó la corporación de León en pleno. Los Ayuntamientos del voto y el resto de los de la provincia ya estaban a pie de obra. la solemnidad de la misa, en estos casos se viene a menos. El jolgorio y la algarabía exterior puede más que el rito, celebrado en el exterior del santuario.
“Los pendones son signos de esperanza y colorea la vida”, dijo el obispo de León, Luis Ángel de las Heras.
“Tierra de hombres justos y trabajadores” dijo el alcalde de León en referencia al Viejo Reino. “Prometemos volver el año que viene para cumplir esta inmemorial tradición”.