El PSOE pide el mismo tren de la Ruta de Plata que frena con el estudio de viabilidad

La próxima estación en el recorrido de regreso a la vida de la Ruta de la Plata será Plasencia, que cita el 19 de octubre a una jornada reivindicativa entre pancartas, concentraciones, ponencias técnicas y visión de expertos. La agenda por el futuro del tren entre la provincia de León y Cáceres retoma la agenda que echó a rodar desde el otoño anterios, y que tuvo el último exponente en mayo, en Zamora. Lo hace con el empuje de Corredor Oeste, plataforma que ha logrado interpelar a los estamentos políticos, mientras los representantes públicos y las instituciones se ponen de perfil ante la urgencia de la intervención. Los avances son tan escasos como la voluntad mostrada por el Gobierno para devolver los trenes a la vía que cerró en 1985; aunque a veces se registran brotes. El PSOE acaba de plantear a la Junta de Extremadura un pacto por las estructuras viarias en aquella región en la que se relacionan intervenciones en carreteras y conexiones por ferrocarril; en la relación de enlace aparece el tren de la Ruta de la plata. La cita ha dejado un reguero de sarcasmo entre los colectivos implicados en el rescate de la vía del ferrocarril del oeste, porque la propuesta a la Junta de Extremadura llega del PSOE, el mismo partido que sostiene el Gobierno central que mandó el proceso de rescate al limbo de un estudio que debe determinar la viabilidad de la propuesta, además de las fuentes de financiación y la rentabilidad de una posible acometida; en este desvío, se emplearán dos años, según consideraron fuentes gubernamentales y ha repetido en distintos foros, hasta justificar en esa decisión el apartado administrativos que alejará la intervención demandada de los fondos europeos, el programa del conectar Europa y la opción de entrar en obras, hasta ese horizonte del 2050.

La Ruta de la Plata, enterrada en ese cajón de estudio informativo que causa desazón por el flanco oeste de la península, está entre autovías y vías de AVE que se incluyen en el pacto que los socialistas extremeños le sugieren a la presidenta de aquella autonomía, María Guardiola. «España tiene una deuda con Extremadura en materia de transportes y de infraestructuras», indicó Juan Ramón Ferreira, que es portavoz de los socialistas en la asamblea autonómica.

Cáceres es fuente de inspiración para la incorporación del territorio oeste del país a esta relación de cuentas pendientes que salen a relucir cuando se miden las consecuencias del abandono de inversión y el cierre de estructuras de este flanco poniente; Cáceres forma parte de un resurgimiento inesperado de un territorio que va a volver a mostrar la determinación para hacer realidad el retorno del tren sobre raíles cerrados en 1985. Y Cáceres es el inicio de ese flanco sur de la traza, que expone los 12 kilómetros de Plasencia a Salamanca como palanca para marcar el retorno.

El día 19 de octubre se va a medir en tiempo el giro social que han logrado los colectivos de Corredor Oeste sobre esa expresión máxima de la hemiplejia que devora a España en materia estructuras; curiosamente, sobre la extremidad oeste que comparte por todo el lomo occidental español, de norte a sur, todos los detalles de mayor pobreza e involución económica y social, que contribuyó a acelerar el abandono de la Vía de la Plata.

En Plasencia, entre explicaciones de expertos en materia de transportes y lista de demandas al Gobierno, se podrá comprobar el recorrido de esta nueva propuesta socialista de entente con el gobierno extremeño; si puede convivir con la condena de dos años hasta que vea la luz el estudio de viabilidad. Colectivos leoneses por la Ruta de la Plata ya han conformado su presencia en la cita de Plasencia que calienta el otoño del ferrocarril.