Sanidad valora volver a las mascarillas si se disparan las tasas de covid y gripe
La vacunación que arrancó en residencias se generaliza a la población a partir del día 14
La exigencia de que la población use mascarillas vuelve a constituir una seria opción para el Ministerio de Sanidad. Una medida condicionada al interior de los centros de salud y hospitales siempre que se registren altas tasas de covid o gripe. Así se acordó ayer en el Consejo Interterritorial de Salud. «Las herramientas y las medidas que tenemos contra los virus respiratorios son la vacunación, higiene, mascarillas y medidas de contención, no hay mucho más», señaló la ministra Mónica García tras la reunión del CISNS.
Informó que en la sesión se trató un documento con las comunidades autónomas que establece criterios comunes de actuación en caso de gripe y covid y que «tomará cuerpo definitivo» el próximo 17 de octubre en la Comisión de Salud Pública. «Es un documento técnico que se está trabajando en las diferentes comisiones y las ponencias, pero que queríamos unificar tanto los criterios técnicos como los criterios políticos como muchas veces nos han demandado los propios consejeros», matizó.
Al hilo, aseguró que se está trabajando este texto con las comunidades para anticiparse y prevenir estas situaciones y que «no tenga que ser el Ministerio de Sanidad el que les diga lo que tienen que hacer también». No se trata solo de medidas una vez que «nos encontramos en el escenario, sino medidas de cómo nos podemos anticipar a esos escenarios en el momento en el que empecemos a ver algunos indicadores que empiezan a subir, porque actuar cuando la curva está subiendo exponencialmente ya hemos visto que nos trae complicaciones», explicó.
La campaña de vacunación inmunizó el año pasado en León a 122.566 personas (el 27,4 % de la población. Ya arrancó esta campaña el 1 de octubre en las residencias, bebés y embarazadas y se extenderá el lunes día 14 al resto de grupos.
El consejero de Sanidad de CyL, Alejandro Vázquez, considera que la ministra «tiene una obsesión enfermiza por invadir las competencias de las comunidades autónomas cuando realmente no ejerce sus propias competencias». Remarcó que «nosotros tenemos nuestros planes de contingencia perfectamente preparados y, por supuesto, que así fue el año pasado y así va a ser este año. No nos tiene que venir a decir exactamente qué es lo que tenemos que hacer», añadió.
Sin embargo, Mónica García cree que el documento de criterios evitará «complicaciones» como las de año pasado. «La mascarilla es básica en los centros sanitarios cuando la curva se dispara. Nosotros creemos que se puede actuar antes y que por eso necesitamos este documento», recalcó.
En concreto, la responsable de Sanidad ha explicado que el texto servirá para proponer indicadores que permitan caracterizar cuál es la situación epidemiológica en función de una combinación de diferentes indicadores epidemiológicos como la transmisión, gravedad, tasa de incidencia, tasa de hospitalización, ingreso en UCI o letalidad. Además, se establecerán diferentes escenarios en base a esos indicadores y se contemplarán recomendaciones. «Esto solo se había hecho anteriormente con el covid y por eso es pionero que desde el Ministerio estemos impulsando que ahora también se haga con la epidemia de la gripe de este año para que no nos pille el toro», agregó la ministra.
Durante la celebración del CISNS, se abordó la situación del Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS), algo que García considera «una herramienta básica para saber dónde están los profesionales, qué están haciendo y cuál es su especialidad».
«Tenemos ahora mismo el registro de profesionales, creo que relleno en un 78%». También indicó que «son las comunidades las que tienen que ir alimentando ese registro para saber cuál es el número de profesionales».
Sobre la mesa, el anteproyecto de Ley de prevención del consumo de alcohol y de sus efectos en menores y el proyecto de Real Decreto que regula la evaluación de tecnologías sanitarias. Además, se aprobó el acuerdo para la designación, redesignación y revocación de servicios y unidades de referencia. Y hubo acuerdo para el reparto de la distribución de fondos en tabaquismo, el plasma o el tema de la distribución territorial de la biomonitorización.
Por otra parte, el consejero de CyL, Alejandro Vázquez, expresó su «máxima decepción» tras conocer que el primer residente de especialidad de urgencias y emergencias no empezará a formarse hasta el año 2027. «Significa que ningún residente o ningún especialista se habrá formado en España durante esta década, es decir, que largo lo fiáis». Opina que «esto supone un deterioro importante en la atención primaria» porque implica que «no se puedan detraer alrededor del 28 al 30% más de residentes para medicina familiar y comunitaria.