La nueva tasa de basura subirá el recibo a todas las viviendas de más de 100 metros
El nuevo recibo se incrementará para 48.037 pisos y se reducirá para los 30.672 de menos de estas dimensiones
Editorial: 'La batalla impositiva tiene claro vencedor'
La ley concede hasta el 10 de abril de 2025 para que los ayuntamientos «establezcan con carácter obligatorio una tasa o, en su caso, una prestación patrimonial de carácter público no tributario, por la recogida de residuos sólidos que permita implantar sistemas de pago en función de la cantidad de residuos generados por los sujetos pasivos». Pero, ante la «insuficiente capacidad para la medición o pesaje personalizado de los residuos por cada sujeto generados», el equipo de gobierno del consistorio de León adaptará el nuevo tributo para que, a partir de este nuevo año, se empiece a pagar en función de la superficie. Con arreglo a esta magnitud, el recibo bajará entre 11,07 y 26,37 euros para las viviendas de menos de 100 metros cuadrados, que representan el 39% del padrón, pero en cambio subirá entre 14,59 y 29,59 euros para aquellas que superen este listón.
La comparativa se arma a partir de la fusión de las dos tasas actuales en tan sólo una que se pasará con carácter anual. El nuevo tributo englobará el recibo de la recogida de basura, que se giraba con carácter trimestral, y la factura de los «servicios de transferencia, clasificación, tratamiento y eliminación de los residuos domésticos y asimilables», que hasta este año cobraba Gersul y ahora ya gestiona el Ayuntamiento de León de manera directa.
El nuevo modelo hace que desaparezcan el cobro de la recogida de la basura en función de la clasificación de cada calle, donde se cargaban 50,62 euros, repartidos en cuatro trimestres, para las viviendas ubicadas en las vías de primera y segunda categoría; 43,8 euros para las de tercera y cuarta; y 35,6 para las de quinta y sexta. Dará lo mismo dónde esté a partir de ahora, al igual que se eliminará el cobro lineal de 38 euros por piso que se giraban por Gersul a cada una de ellas en otro recibo, para pasar a tributar en función de los metros cuadrados y con recibo individualizado por cada unidad urbana, sin que se agrupen algunos por comunidades de vecinos como hasta este momento.
El agua sube y se congela el resto
La suma de los dos recibos hace que una vivienda en el tramo más alto pague ahora 88,6 euros, en el siguiente se quede en 81,8 euros y en el bajo se quede en 73,6 euros. Pero, con la tasa unificada, se quedarán en 62,53 euros para menos de 100 metros cuadrados, que son 29.546 unidades urbana. En cambio, sin diferencia de estar en un barrio más rico o más humilde, subirán para las otras 48.037 casas: hasta los 103,19 euros para las de entre 100 y 200 metros, 189,46 euros para los de 200 a 500 metros, 501,41 euros para las de 500 a 1.000, 1.268,56 para las de 1.00 a 2.500 y 2.574,11 euros para las tres que hay contabilizadas de más de 2.500 metros cuadrados.
La misma métrica se aplicará para los comercios, industrias, oficinas y centros educativos y espacios de culto. Cada una tributará en función de los metros cuadrados, sin excepcionalidad es, con el objetivo de que el Ayuntamiento de León alcance los 11.685.014,01 euros de ingresos estimados totales, de acuerdo al informe que se someterá a aprobación inicial en el Peno de finales de mes.
El texto recoge que se aplicará «una bonificación del 2% de la cuota líquida del tributo a favor de aquellos sujetos pasivos que tengan domiciliados los recibos en una entidad financiera». Al igual que ya se hace con el IBI, Tendrán que pedirlo la primera vez en su banco o caja y, «necesariamente», se les aplicará «un plan especial de pago en dos plazos», con el 60% en el primero y el 40% restante en el segundo.
No será la única bonificación novedosa que se aplique. El nuevo tributo tendrá un descuento del 30%, también a solicitud del contribuyente, «a favor de los locales comerciales que, aun encontrándose adecuados para su utilización, permanezcan desocupados y sin actividad durante el período mínimo de un año previo a la fecha de cada devengo anual».
Frente a estas reducciones, el gobierno de Diez eliminará las dos exenciones que se aplican de momento para las familias en riesgo de exclusión social. La tasa reconoce que no pagan aquellos contribuyentes cuyos «ingresos brutos anuales de la unidad familiar a la que pertenezcan no supere en dos veces el Iprem (anual 14 pagas)» y los «titulares de Renta Garantizada de Ciudadanía». «Consideramos que en este momento se requiere una total prudencia en materia de reconocimiento de beneficios fiscales», se apunta en el informe, que se abre a planteárselo a partir de 2026.