El parquin que se refleja en el espejo del lavabo
La situación de deterioro de los baños agrava el estado del subterráneo de San Marcelo
Editorial: El deterioro de los bienes públicos
El aparcamiento subterráneo de San Marcelo empieza a dar detalles de agotamiento que no se pueden disimular; los usuarios, espantados por el cúmulo de defectos, los frutos de las gamberradas, la diana de los saboteadores que han decidido poner el ojo y la bala allí donde más fácil es generar estropicio; el aparcamiento subterráneo de San Marcelo no deja ya entrever dónde empieza el sabotaje y dónde acaba el abandono.
El ejemplo de la zona de lavabos, en el piso inferior, es ejemplo palpable que la situación de interinidad en la gestión y administración de este espacio tiene consecuencias también para la salubridad y la urbanidad que requieren los usuarios. Vías de agua, espejos rotos, mobiliario destrozado; también la peste que a veces acompaña el área más próxima a la carrera de bajantes, que por razones bien sencillas no se puede recoger en una imagen.
La última vez que llegó el aparcamientos de San Marcelo al pleno de esa plaza no se extendió el debate en estos términos.