La doble vía de Zamora a Medina termina por cerrar el círculo

Las actuaciones del ferrocarril previstas por el corredor oeste, León, Astorga, Ponferrada, se entiende mejor en la balanza del entorno; ayuda a la comprensión del resultado que en los días anteriores llegaron las máquinas para instalar carril entre Zamora y Medina del Campo; entre Coreses y la localidad de Valladolid, que será objeto de una relevante reforma para optimizar los tiempos de circulación y dar traslado de la oferta a los operadores de mercancías que aún superan la traza de Ponferrada a León, y de León a Ponferrada, en la León-Monforte, para dar acceso al transporte a Galicia.

Los avances con ese enlace ocupan desde hace meses la inquietud del Gobierno por mejorar las posibilidades de conexión de un corredor que parecería en la trastienda y ha ganado peso en las previsiones de inversión conforme se replegaba el curso natural del noroeste, durante el siglo pasado vinculado al territorio leonés. La vía convencional de Medina del Campo, nuevo nudo de movimientos claves hacia el cuadrante noroeste español desde la meseta, hasta Orense es el próximo reto para atraer mercancías hacia el centro de Castilla. Las voces críticas del sector ferroviario leonés que no están de acuerdo con la decisión de Adif de relegar la variante del Manzanal en la León-Monforte, no han tarado en alertar de las consecuencias del cierre temporal de la vía; los efectos se entenderán con el tráfico desplazado a la vía de Zamora.