El alcalde de León promueve a contrarreloj el tribunal que evite echar al jefe de la Policía Local

Más de dos años después de que el contencioso administrativo número 2 de León advirtiera las irregularidades en el proceso; 18 meses más tarde de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ahondara en la condena con la anulación del nombramiento; y recién recibida la desestimación del recurso de casación por parte del Supremo, el alcalde de León, José Antonio Diez, activa ahora a contrarreloj el proceso para no tener que destituir al intendente jefe de la Policía Local de León, Miguel Ángel Llorente Pellitero.

Tiene dos meses de «plazo de cumplimiento de sentencia de forma voluntaria», como admitió este miércoles. Para entonces, como abundó el regidor socialista, espera que «esté todo resuelto». Pero, para lograrlo, necesita nombrar un nuevo tribunal calificador que «puntúe y valore motivadamente los ejercicios teóricos y prácticos» del todavía titular del puesto y el otro aspirante que acudió a los tribunales, Mario Gallego, inspector jefe en Arévalo.

El problema radica en el limitado número de posibles miembros que pueden formar parte de este nuevo tribunal que, «en las singulares circunstancias del proceso selectivo», cumpla con la «medida que resulta necesaria para asegurar el marco de imparcialidad que es inherente al principio constitucional de igualdad», como cita el auto del Supremo. No pueden repetir los anteriores miembros, pero los que entren también tienen que ajustarse al requisito de pertenecer a la reducida nómina de funcionarios con calificación A1 y nivel 30.

Junto con el presidente del tribunal, deben salir de la plantilla del Ayuntamiento de León tres vocales y el secretario. Aunque en ausencia de suficientes aspirantes o, en caso de que renuncien, dado que no están obligados, el gobierno de Diez tendría que buscar quiénes cubrieran estos espacios en la nómina de otras administraciones. Allí busca ya de inicio otro mando de una Policía Local con igual o superior categoría a la plaza —que en el anterior caso fue el jefe de Ponferrada— y un representante de la comunidad autónoma a propuesta de la Consejería de Interior.

Los requisitos de selección, más los plazos de exposición e impugnación de los miembros, complican que en estos dos meses Diez logre que se apruebe el tribunal y corrija de nuevo los ejercicios. Si no lograr llegar a tiempo, se abrirá el momento para que el recurrente pueda, ante el juzgado contencioso administrativo número 2 de León, reclamar la ejecución forzosa de la sentencia que anula «por su disconformidad a derecho los acuerdos del Tribunal Calificador del proceso selectivo», así como «los actos posteriores y, en particular, el acto de terminación con el nombramiento del aspirante que había sido seleccionado», en referencia a Miguel Ángel Llorente Pellitero.

El fallo resuelve una sentencia en la que se recoge que, en el examen teórico, «todos los miembros del Tribunal» le dieron a Miguel Ángel Llorente Pellitero «5 puntos en el tema 73 en el apartado correspondiente a conocimientos, que era el que más puntuaba (70% de la calificación), salvo un vocal que le otorga 4 puntos, lo que hace que la media total sea de 4,86 puntos». «Sin embargo, en el acta de 18 de enero, el vocal que había calificado el tema 73 y le había puntuado con 4 puntos, le otorga 5 puntos, lo que supuso que pudiese realizar la prueba siguiente del caso práctico, al obtener finalmente 5,22 puntos», se extiende. Gracias a ello, hoy es intendente jefe.