Fin en seis meses a una de las «aberraciones» viales del alfoz

El tramo de la calle Azorín que discurre por el puente sobre las vías constituye un paso muy transitado por los vehículos particulares, pesados y de transporte público que circulan desde o hacia el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo y la localidad del mismo nombre, hacia Ferral del Bernesga y la ribera del Órbigo. En medio de ese tráfico, los peatones se ven obligados a caminar por un arcén pequeño a ras de suelo, al carecer de aceras, para enfilar desde Paraíso-Cantinas a Pinilla y San Andrés. UPL fue el primer partido en reivindicar hace quince años una solución para una «de las mayores aberraciones» viales del municipio. Un caballo de batalla que se incluyó en los presupuestos municipales en 2018 a propuesta del PP y que el PSOE exigió a Adif como contrapartida a las posibles molestias de las obras de permeabilidad del tren. En ninguna ocasión se llegaron a ejecutar, a pesar de coincidir todos los grupos que es «una intervención más que urgente», porque entre los viandantes figuran muchos usuarios del CRE que lo usan ante las deficiencias de los ascensores de Limonar de Cuba. Ahora, si no hay contratiempos, se realizarán en seis meses.

El Ayuntamiento ha realizado ya trabajos para el calmado de tráfico en otro tramo de Azorín para dar prioridad al peatón en el entorno del colegio de La Anunciata, donde redujo también a uno los dos carriles, con una zona de aparcamiento en espiga, es decir, para que los vehículos puedan estacionar marcha atrás, en batería o en diagonal, y favorecer la salida de la plaza sin generar retenciones. Además, se han eliminado los semáforos en los cruces de la vía con la calle Anunciata y la calle Francisco Pizarro y en su lugar se han dibujado dos glorietas de 20 metros de diámetro exterior y 10 de interior que permiten los cruces.