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La batería se integra con otros países de la Otan para frenar una posible amenaza a los aliados

Cien soldados leoneses se desplegarán en Letonia para defender la frontera europea de Rusia

Los militares estarán durante seis meses, de diciembre a junio, en la ciudad letona de Adazi

La sargento Ángela Peña viajará a Letonia en diciembre.Fernando Otero Perandones

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León

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Se enfrentarán a temperaturas de menos 22 grados y a una humedad superior al 80%. Estas son algunas de las condiciones a las que tendrán que enfrentarse el centenar de soldados del Mando de Artillería de Campaña, con su cuartel de operaciones en León, cuando a mediados de diciembre sean desplegados en la frontera de Letonia con Rusa, dentro de la operación de la Otan para proteger a los países aliados.

«La defensa de la Otan empieza en Letonia», dijo el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, cuando anunció que su país se incorporaría a la Presencia Avanzada Reforzada integrada por más de 3.500 militares de diferentes países, entre ellos, España. El Mando de Artillería de Campaña (Maca), con su Cuartel de Mando en la base leonesa Conde de Gazola, forma parte de este contingente internacional desde que España se incorporó a esta misión en junio de 2017 que, como detallan los soldados leoneses que ahora están en Letonia sirve para «disuadir» a Rusia, en guerra ahora con Ucrania, proteger la frontera europea frenta a un posible ataque de las fuerzas de Putin.

Son 16 los soldados leoneses desplazados actualmente para apoyar esta iniciativa que, como apuntó el Gobierno, «se enmarca dentro de los planes de respuesta para preservar la paz y la seguridad, aprobados por todos los países miembros de la Otan tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia». La presencia del Maca en Letonia es constante y cada seis meses los militares se dan un relevo.

El Gail II/63, el Grupo de Adquisición de Información y Localización, es una parte esencial del contingente español, con relevos constantes. A este grupo pertenecen los 16 militares actualmente en Letonia, que en diciembre serán relevados por un centenar, ya que de diciembre a junio de 2025, la responsabilidad artillera dependerá de León, que dará un respiro así a la Brigada Extremadura XI.

Un vehículo del Maca, llamado Urraca, en Letonia. DL

Desde León partirá en la primera quincena de diciembre una batería, cien militares entre las bases leonesas Conde de Gazola y Santociles de Astorga. Junto con el Gail, los artilleros preparados para los Obuses ATP. Entre las piezas que se han desplazado desde de León, además de la artillería autopropulsada, el radar Arthur, entre otros materiales técnicos. Allí se enfrentarán además de al frío y una humedad del 80% a la tensión que se vive actualmente en la frontera.

Junto con los soldados españoles, el contingente internacional está formado unidades de Alemania, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido, junto con militares de Albania, Eslovenia, Italia y Polonia. La base está situada en la localidad de Adazi y desde la propia Organización del Tratado del Atlántico Norte especifican que serán fuerzas desplazadas a Letonia son «robustas, multinacionales y listas para el combate» con el objetivo de demostrar «la fortaleza del vínculo transatlántico» y «dejar en claro que un ataque a un aliado sería considerado un ataque a toda la Alianza». Desde la organización internacional se concreta que son cuatro los grupo de batalla multinacionales, del tamaño de un batallón, es decir, alrededor de un millar de un soldados, además de en Letonia, en Estonia, Lituania y Polonia, «de forma rotatoria» para proteger todo el flanco este de la frontera europea e incidir en ese carácter disuasorio ante un posible ataque.

Foto de familia de los soldados leoneses desplegados hasta diciembre en la base letona de Adazi. DL

Los que están allí: «Los letones se sienten más seguros y nos lo agradecen»

El sargento Rubén Martínez, los cabos Abel Alonso, Luis Fernández y Raúl Mansilla, y los soldados Mario López, Jorge López, José Manuel González, Alejandro Ruiz, José Manuel Rodríguez, Enríque Marnez y Manuel Páramo. Todos son de León, están destinados en diferentes unidades del Maca, y desde hace cinco meses están en Letonia. Ahora, ya descuentan los días para regresar a casa. A través de una videocoferencia, gracias al conquense Carlos González, cuentan su experiencia en Adazi, donde duermen de dos en dos en contenedores «perfectamente» habilitados como habitaciones y se nutren con el menú que elabora el equipo de cocineros multinacionales.

La familia, los amigos «y las tapas» es lo que más echan de menos, pero «la camaradería del ejército» les ayuda, porque tras cinco largos meses de instrucción y maniobras muy reales en la frontera, con poco tiempo libre, los compañeros se han convertido «en familia».

Contingente desplegado en Letonia. DL

De momento no ha sido activados, pero el entrenamiento constante para mejorar la coordinación con el resto de fuerzas militares de la Otan comienza a las 5.30 horas de la mañana. Ejercicio y después el desayuno y a partir de ahí, una intensa jornada. El sábado por la tarde y el domingo son libres.

«Estar aquí es gratificante y positivo, tanto a nivel personal como profesional», contestan los militares leoneses para añadir de forma coral: «Estamos ayudando y la población nos lo agradece, porque a ellos les da seguridad que estemos aquí».

Sveiki es hola en letón, una palabra que ya emplean en sus conversaciones, aunque sus comunicaciones, tanto con el resto de las fuerzas internacionales como con los letones son en inglés, «salvo con algún estadounidense o canadiense, que saben español y les presta hablarlo». «A nosotros, a los españoles, no sabemos por qué nos identifican muy bien», señalan entre risas.

En Adazi, «un pueblo con casas aisladas rodeadas de árboles», viven cerca de 7.500 personas, a los que se suma el contingente internacional, unos 3.000 efectivos. Durante los seis meses que los españoles están desplazados, tienen 90 horas de permiso, que aprovechan las familias para reunirse con ellos, generalmente en Riga.

Al reemplazo, al centenar de soldados que llegarán en diciembre cuando ellos se vayan, les recomiendan llevar «ropa de abrigo y embutido y, sobre todo, que entre ellos hagan piña».

«Mandamos un saludo a nuestras familias, que estén tranquilas, que comeremos el turrón con ellas», lanzan los militares leoneses, que destacan que en Letonia «hacemos una buena labor y cobramos una remuneración acorde al trabajo», aunque remarcan que España es uno de los países que menos paga «por el despliegue en zona de operaciones». Tampoco se olvidan de Valencia y el impacto que ha tenido la dana: «Estamos con ellos, aunque no podamos desplazarnos allí, nos acordamos mucho y les enviamos mucha fuerza».

A su vuelta a España, por la acumulación de horas, tendrán 60 días de permiso obligatorio. Unos días para poder disfrutar de nuevo de la familia.

Los que se van a ir: «Tenemos nervios positivos, estamos preparados para ir»

En diciembre, aún sin fecha concreta, el contingente leonés integrado por un centenar de militares leoneses del Maca partirá hacia Letonia. Entre ellos, el teniente del Pedro Merino y la sargento Ángela Peña. Tienen 24 y 28 años, son de Madrid y Segovia y llevan uno y dos años destinados en León. Con ellos también irán los soldados Víctor Puig y Juan Francisco Moreno, conductores de los ATP, la artillería autopropulsada.

Reportaje en la base militar Conde de Gazola, militares que van a Letonia. F. Otero Perandones.Fernando Otero Perandones

Desde que se confirmó que se desplegarían en Letonia, han recibido un intenso entrentamiento, tanto en León como en otros puntos de España. «No tenemos miedos, sí nervios positivos, estamos preparados y tenemos ganas de ir», señalan casi al unísono Merino y Peña. Es la primera misión internacional para ambos y los compañeros que les ha precedido les alertan que lleven ropa de abrigo, «nos dicen que se puede llegar a menos 22 grados».