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Paso a la Ronda Interior de León

Cae víctima de piqueta el último de los edificios que quedaba en pie

Vista de la Ronda Interior.Á. C.

León

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Desde la plaza del Espolón se ve La Palomera. No hay obstáculos ya para el paso de la Ronda Interior, después de que este martes cayera víctima de piqueta el último de los edificios que quedaba en pie. La manzana que delimitaban las calles Alfonso el Justiciero y Fernando I habrá que buscarla ya en las fotografías en las que se identificará que, donde pasará el vial que desahogue el tráfico de la zona, antes había una treintena de casas levantadas a partir del año 1882 a los que atropelló el progreso.

La demolición de la docena de inmuebles que quedaban pendientes de demoler desde noviembre de 2021, cuando se hizo la primera fase, deja expedito el camino para la ejecución de la calzada de la Ronda Interior. Los trabajos, encargados a la empresa lucense J. Carreira, adjudicataria con una factura de 241.265,84 euros, a sumar a los 151.093,28 euros de la primera fase, se rematarán a lo largo de la jornada y, como tarde el viernes, desaparecerá el escombro al que que han quedado reducidos los edificios.

Sin esta presencia, antes de final de semana tomará el turno la empresa adjudicataria de la construcción del vial. Los operarios de la contrata tienen por delante la mitad de la Ronda Interior por ejecutar. En este listado pendiente se anota la colocación de la red de saneamiento, la extensión de la calzada y la construcción de los aparcamientos que se repartirán en batería en el tramo central, junto a la colocación de mobiliario urbano. Para hacerlo, la constructora tiene hasta el primer trimestre de 2025, de acuerdo al último plazo oficial dado por el gobierno de José Antonio Diez.

El proyecto tiene una factura de 1,7 millones de euros, de los que el Ayuntamiento de León tendrá que asumir un sobrecoste de medio millón de euros, al haber sobrepasado el plazo de ejecución que marcaba el plan Edusi. No llegaron a tiempo para diciembre de 2023, como se establecía en la estrategia de financiación de la UE, que debía de haber cubierto el 50% del presupuesto, y ahora los fondos propios del consistorio deberán tapar este agujero.