Lectura de mapas ante la actual guerra electrónica

Son como esponjas, quieren instruirse y vienen a España a trabajar. Ellos dedican su jornada entera a formarse y es completamente comprensible, porque se juegan su futuro». La instrucción que están recibiendo en León los 25 soldados ucranianos se centra en el perfil del Observador Avanzado, es decir, el militar encargado de calcular las coordenadas para que las piezas de artillería sepan exactamente dónde apuntar o hacia dónde corregir el tiro.

Para ello, en Conde de Gazola aprenden procedimientos y las formas para corregir un las coordenadas de un objetivo, nociones de topografía y también navegación sobre plano. El móvil y la tecnología también son clave en conflictos armados, por lo que se ha desarrollado lo que se conoce como «guerra electrónica», por lo que a los ucranianos se les instruye en cuestiones más analógicas, básicas cuando no hay cobertura.

Los 25 combatientes ucranianos se alojan en Conde de Gazola, pese a su insistencia en el trabajo y la formación, el Ejército español apuesta por darles un respiro con visitas culturales y deporte. Pero para ellos ha sido fundamental su formación en la lectura de mapas, en la instrucción para la petición de fuego, es decir, solicitar un tiro a un punto que requiere la comunicación entre la artillería y el observador, y calcular las coordenadas para que el impacto caiga en su objetivo, teniendo en cuenta que el observador no se encuentra en la misma posición que la artillería. Por seguridad, los soldados ucranianos no han mostrado sus caras para el reportaje como señalan el Coronel Pedro Pascual, segundo jefe de la misión, el comandante Alfonso de la Fuente, oficial de Comunicación Pública, y el teniente Adrián Antón, jefe de Comunicación del módulo e instructor.