Miles de leoneses claman que Feve no les deje “en medio de la nada” y vuelva a la estación del centro de León
Casi 6.000 personas exigen la llegada al centro frente al plan de Óscar Puente secundado
por el alcalde Diez
Editorial: 'Revulsivo a la vía muerta donde el tren de Feve languidece'
En “medio de la nada”, donde quedaron hace 11 años, cuando se cortó la vía en la parada de La Asunción, los usuarios de Feve, llegados muchos de ellos desde los pueblos que comunica la traza, recorrieron este domingo el trazado para reclamar a las administraciones públicas que planifiquen “con urgencia y realicen las reformas necesarias para que el tren llegue a la estación en el centro de León sin transbordo intermedio, y recupere, al menos, la calidad del servicio anterior a 2011”.
“Ha llegado el momento de la responsabilidad de los ciudadanos. Llevamos mucho tiempo y, en este momento, estamos todos para pedir responsabilidad del empleo de nuestros impuestos”, clamaron entre 5.500 y 6.000 ciudadanos, según la Policía Local, que atendieron este domingo la llamada de la plataforma “apolítica y apartidista” que lideró la marcha, con los políticos convertidos en secundarios.
Los portavoces insistieron en que “está hecha toda la obra y causa perjuicio para todos los pueblos”. “No puedes venir aquí y quedarte en medio de la nada”, insistió Mariví Gutiérrez, una de las portavoces, convencida de que “es cuestión de voluntad política” llevar adelante una infraestructura que “en el resto de los sitios quieren y aquí no se pone en marcha cuando se tiene”.
Gutiérrez rechazó la propuesta del secretario de Estado de Transportes, secundada por el alcalde, José Antonio Diez, de convertir la traza desde La Asunción en un paseo y que el tren se quede ahí. “No veo que una inversión de este calibre pueda convertirse en una vía verde. Está hecha para que el tren llegue donde toda la vida”, defendió.
El discurso lo agitó además la asociación ferroviaria Reino de León. “Ahora dicen que faltan dos normativas. Nos están engañando continuamente y cada vez sacan mentiras nuevas”, subrayó el portavoz, Eduardo Tocino, quien incidió en que “el ministerio está engañando a todo el mundo”. “Esto no es un bulo. Cada año a 150.000 viajeros, que podrían ser 300.000 como antes, se les deja en medio de la nada. Dejen de reírse del pueblo de León”, sentenció.
Los más de 5.500 manifestantes secundaron frente a la puerta de la estación el manifiesto en el que se recalcaron dos míticos de su protesta: “el deplorable servicio en este transporte público debido, principal y especialmente, a que el tren no llega a la estación y al trasbordo obligado en el apeadero de La Asunción; y la ausencia de un plan de Renfe para acabar con esta situación”. “Los viajeros de esta línea de tren soportamos habitualmente incomodidades, retrasos y pérdidas de tiempo desde hace 13 años. Además, nunca se han hecho públicos los planes del Renfe para esta línea, pues las escasas informaciones recibidas durante esos 13 años han sido simplemente evasivas, si no mentiras. Por ejemplo, no se puede creer que se estén redactando normas para la circulación desde hace más de 10 años; tampoco que se estén haciendo gestiones para la compra de nuevas unidades”, expusieron.
En su discurso, los manifestantes subrayaron que “las obras de reforma comenzadas y abandonadas a los pocos meses impidieron que el tren llegara hasta la estación e hicieron necesario un trasbordo a autobús para el recorrido en la ciudad, hasta la estación”. “Esta es la causa principal de todos los males que desde entonces padecemos”, recordaron.
El manifiesto abundó en que “este es un transporte público necesario, pero tal como está desde 2011 seguirá perdiendo viajeros, y los que aún lo usan soportan unas condiciones inaceptables: un transbordo de duración imprecisa, unos tiempos de viaje alargados, a veces dobles que en 2011, viajes en tren suspendidos que se hacen con autobuses o con taxis que pueden no parar en algún apeadero, retrasos con mucha frecuencia, etcétera”. Con estas quejas, la plataforma cargó contra “el silencio de nuestros representantes públicos, todos sin excepción: diputados, senadores, diputados autonómicos, diputados provinciales, alcaldes”. “Han podido convivir y permitir durante los últimos 13 años un servicio público deplorable y un silencio lamentable del Ministerio de Fomento”, concedieron.
No había muchos delante al final de la marcha. Ya no estaba el alcalde de León -“se ha ido porque no le interesa”, ironizaron los organizadores, megáfono en mano-; ni el aparato del PSOE, que estuvo representado por alcaldes, militantes sueltos y el procurador Diego Moreno; ni del PP, sin nadie de su dirección provincial y sólo con la alcaldesa de Valdepiélago; ni de Vox. Sólo UPL mantuvo hasta el final a su cúpula para escuchar a los ciudadanos de la plataforma que reclamaron a los políticos que, “al menos por una vez, podrían rectificar” y defender las reclamaciones ciudadanas. “Es preciso que el tren de Matallana responda a las necesidades de los pueblos de la premontaña del noreste de León de forma acorde con el siglo XXI. Su trayecto paralelo a la cordillera Cantábrica es una conexión no radial que sería muy útil si el servicio prestado mejorara. Esta infraestructura es muy valiosa pero necesita una mejor gestión y una planificación para un futuro largo. La tecnología disponible permite un sistema de tracción eléctrica alimentada con baterías”, reseñaron en su manifiesto para defender el tren de Feve. “El Tren del Olvido', nuestro Tren de Matallana, necesita ser objeto de una actuación especial y urgente dentro del plan europeo y español contra la despoblación de zonas apartadas”, sentenciaron.