León, ante la utopía de autopistas ferroviarias sobre vías del siglo XIX

León se agarra al plan de Adif con la renovación de túneles entre León y Torre del Bierzo para dejar de ser la ínsula entre autopistas ferroviarias. La solución no termina de convencer a varios sectores relacionados con el ferrocarril, que ven con escepticismo la idea de aplicar ecuaciones punteras de comunicación en estructuras del siglo XIX, donde la cabida y la holgura de los propios túneles está aún por delimitar frente al material rodante que resume la fórmula de camiones sobre trenes. El reparto de la actuación en la vía León-Monforte es el último asidero para que las autopistas ferroviarias lleguen a territorio leonés, con la continuidad asumida que se le otorga ya a los ajustes que va a experimentar en trechos de Galicia, donde es nítida la propuesta de adecuar túneles a la competitividad que impone el movimiento de mercancías. El alicatado de túneles, sin referencia alguna a la variante al trazado del lazo del Manzanal, crea recelos, aunque es la única posibilidad de que la provincia leonesa no se queda al margen de esta planificación que hasta el momento no se acerca a menos distancia que el boceto que marca el tránsito por el centro de Castilla. De Madrid a Valladolid y a Burgos. Y todo el noroeste despejado en cuanto a alternativas de este tipo. Meses atrás, el representante del Gobierno para el corredor Atlántico culpó a la falta de iniciativa privada de este desierto estructural que toma de León al norte y al oeste en torno al futuro de la autopista ferroviaria. La cuestión es que es uno de los elementos prioritarios para el Gobierno. Adif define a la autopista ferroviaria por su fin, que es ofrecer una solución logística competitiva, más sostenible y eficiente, contribuyendo a que el transporte ferroviario de mercancías gane cuota de mercado frente a la carretera, en línea con los objetivos de la estrategia Mercancías 30. Por un lado, representa un importante ahorro, tanto en costes externos (en carretera son 7 veces superiores al ferrocarril), como en emisiones de gases de efecto invernadero, casi 5 veces superiores. La menor presencia de camiones en las carreteras contribuirá, además, a reducir la contaminación, el ruido y la congestión y a mejorar la seguridad vial. La primera autopista ferroviaria de la red convencional española está en marcha desde julio de 2024. En esa fecha arrancó oficialmente el servicio que conecta el puerto de Valencia con la terminal de Madrid-Abroñigal. Este itinerario es el tramo terrestre de una cadena logística multimodal más extensa que da continuidad hasta el centro peninsular a la autopista del mar existente entre el puerto de Valencia y otros puertos del Mediterráneo, especialmente Italia.

El objetivo es subir al tren 10.000 camiones al año en este itinerario (entre Madrid y Valencia). Esa fluidez no se advierte tan fácil con los túneles del lazo del Manzanal como soporte. En una estructura armada hace dos siglos.