La desorganización del mercado limita, de momento, la libre elección de compañía eléctrica o de gas
La liberalización de la energía deja abierto un negocio de 170 millones
La teórica liberalización de los mercados energéticos a partir de ayer deja abierto en León un suculento negocio que mueve al año más de 170 mill
No sabe, no contesta. «Aún es pronto», «la persona que lleva ese tema está ahora de vacaciones», «es difícil tener de momento un listado de las empresas comercializadoras» y varias llamadas sin contestar fueron ayer la respuesta a un infructuoso intento por cambiar la compañía que suministra tanto el gas como la luz, a pesar de que, hipotéticamente, desde el pasado día 1 el mercado energético minorista ya está liberalizado. Resulta imposible, de momento, conocer las ofertas de las distintas empresas, cuyo listado nominal también resulta extraordinariamente difícil de conseguir. Sólo es accesible para quienes conocen Internet, pese a que el Ministerio de Economía y la Comisión Nacional de la Energía han abierto un centro de atención telefónica para intentar resolver dudas (901 102 003). En principio, el cambio no supone ningún desembolso para el consumidor siempre que la potencia contratada sea inferior a 15 kilovatios -lo habitual son 5,5 kW- y el consumo se ajuste al de un equipamiento básico del hogar, sin modificaciones horarias. En ese caso, debería bastar con que el cliente comunique su intención a la empresa suministradora. Las compañías deberían liquidar entre ellas la facturación en un plazo medio de dos semanas. Lo lógico sería que las ofertas comiencen a llegar a los buzones en los próximos días y que éstas incluyan descuentos horarios, lo que por otro lado obligaría a realizar nuevos sistemas de medición que requerirán también nuevos contadores. Por esta razón, las asociaciones de consumidores recomiendan hacer cálculos previamente para estimar si el ahorro compensa la inversión. Para decidir si conviene comprar la electricidad o el gas natural en el mercado, a través de un comercializador, lo básico es conocer el precio que se paga actualmente por kW/h. Para ello se debe sumar el total pagado en las facturas del último año y sumar los kilovatios facturados, para después dividirlos entre el total de euros pagados. De momento, es la única herramienta del Ministerio de Economía para estudiar las necesidades. Según la encuesta de la Junta sobre consumo energético, León gasta al año más de 138 millones de euros en luz y 31 millones en gas.