El fiscal pide 11 años de cárcel y la acusación particular considera a R. G. autor de un delito de asesinato
El acusado por el apuñalamiento en un club se declara «no culpable»
La representación del ministerio fiscal que ejerce en el caso para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de Emilio A. S.,
La parte que representa la acusación particular en el caso de la muerte por apuñalamiento de Emilio A. S., en un club de alterne de la capital leonesa en marzo del año pasado, expuso ante el tribunal y el jurado popular que juzga el caso en la Audiencia Provincia de León las circunstancias por las que considera al acusado, R. G. B. como autor de un delito de asesinato. La defensa del acusado argumentó, en el turno de alegaciones, que en ningún momento su defendido tuvo intención alguna de matar a la víctima. En el turno de interrogatorio a R. G. éste reiteró en diversas ocasiones, a las preguntas del magistrado que preside el tribunal, de la fiscalía, de la acusación particular y de su abogado que no recordaba en absoluto lo que sucedió en el momento que abrigó la muerte por apuñalamiento, sucedida sobre las seis de la mañana el día 5 de marzo del 2002. «No culpable», respondió ante el presidente del tribunal que se dirigió al acusado para interrogarle sobre su grado de implicación en los hechos. R. G. B. relató que en la víspera del suceso salió de su casa en una hora vespertina y en compañía de otra persona, familiar suyo, tomó unas cervezas y cocaína. Que posteriormente se fue solo, y que no sabía concretar el número de consumiciones alcohólicas que tomó antes de entrar en el club de alterne en el que se produjo el apuñalamiento y la muerte que ahora se trata de esclarecer. «No recuerdo con quién llegué allí, lo sé por lo que me han dicho mi familia y mi abogado, pero no recuerdo nada». También negó memoria sobre la pelea y discusión (recogidas en las calificaciones presentadas por la fiscalía ante el juez) que mantuvo con el fallecido, sobre la propiedad de la navaja, o la compañía al abandonar el local, cuando fue detenido por la Policía Local, por la misma persona o personas que accedieron al establecimiento con él. «Lo único que sé es por mi familia y mi abogado; para no mentir prefiero no decir nada; no recuerdo detalles», explicó ante el tribunal. R. G. B., negó, además, que portara navaja habitualmente. El fiscal pide una pena de once años, por el delito de homicidio. La acusación particular eleva la petición de cárcel a 20 años y cataloga el delito como asesinato. La defensa arguye el eximente de modificación de la responsabilidad penal del acusado, por causa del alcohol y las dogras. La vista oral continuará hoy con otros testigos y pruebas periciales.