Una polémica mayoría de un 20,01%
Desde el sindicato STELE se criticó ayer el modo de aprobación que debe seguir el proceso. La ley fija que para que la votación sea válida debe concurrir el 80% de los padres, con lo cual una abstención mayor del 20% deja la decisión del resto de comparecientes en el proceso como inútil. STELE denunció que este procedimiento «puede parecer un elemento para garantizar la democracia, pero en realidad es todo lo contrario». Además el siguiente paso superada esta primera barrera debe ser la aprobación de las dos terceras partes, por lo cual una minoría de un 33,33% impone su voluntad al resto.