La Junta suprimirá el impuesto de sucesiones en la próxima legislatura

En estos momentos, según Isabel Carrasco, la Junta de Castilla y León ya había aceptado las reivindicaciones de los empresarios en lo que se refiere a la participación en el impuesto de sucesiones, y se había rebajado esta participación del 15 al 5 hasta el tercer grado. En este sentido, el presidente de la empresa familiar de Castilla y León, Antonio Pérez González, pidió al Gobierno autonómico que «equipare el impuesto de sucesiones al de donaciones de empresas, a fin de favorecer que éstas se transmitan en vida, porque cuando hay fallecimiento las complicaciones son mayores», aseguró Pérez González. Según el informe presentado en la asamblea general de EFCL celebrada ayer, más del 75% de las empresas familiares de Castilla y León deberá acometer el proceso de sucesión en los próximos años y, por esto motivo, Antonio Pérez cree que deben saber incorporar a directivos no familiares, encontrar capital para crecer sin diluir el control de la familia y profesionalizar la gestión. Precisamente, la sucesión es el principal reto que deben asumir este tipo de empresas, según Isabel Carrasco, ya que apenas un 30% alcanzan la segunda generación y sólo un 10% llega a la tercera. Presupuesto del 2003 La asamblea general de la empresa familiar de Castilla y León, que cuenta con 99 socios -14 de ellos de León-, aprobó un presupuesto cercano a los 555.000 euros de cara al 2003, que destinará en gran parte a la potenciación de las tres cátedras de empresa familiar que ya existen en la Universidad de León, Salamanca y Valladolid y para la próxima creación de la cátedra en la Universidad de Burgos. La empresa familiar tiene una importancia fundamental en Castilla y León, ya que suponen el 95% del tejido industrial de la comunidad, acaparan casi el 70% del Producto Interior Bruto y emplean al 80% de los trabajadores de toda la comunidad.