Cerca de 45.000 leoneses sufren problemas benignos de próstata

La hiperplasia benigna de próstata es una de las enfermedades más frecuentes en el varón. Los estudios epidemiológicos, explica el doctor Gallo, apuntan que entre un 30 y un 50% de los varones mayores de 50 años tienen en menor o mayor grado datos clínicos que apuntan a esta patología. Esta cifra supone que más de cuarenta y cinco mil varones leoneses sufren hipertrofia, una lesión que provoca irritación y dificultades para orinar. De esos 45.000 leoneses, «entre 20.000 y 30.000 son susceptibles de tratamiento» lo que genera un importantísimo coste para la administración sanitaria. Los datos que facilita el jefe del Servicio de Urología del Hospital de León son concluyente: el tratamiento supera el coste 20 euros al mes de media lo que genera sólo en León un presupuesto mensual cercano al millón y medio de euros. En esa cifra, no obstante, no está incluido el coste generado por los tratamientos quirúrgicos que son aplicados a casi un 6% de los enfermos. Pérdida de calidad de vida Los costes económicos son relevantes, pero aún más importante es la pérdida de calidad de vida de los pacientes a quienes el incremento de volumen de su próstata obliga a la micción frecuente que conlleva, por ejemplo, una dificultad para dormir varias horas seguidas o una desagradable sensación de incontinencia. Además, una evolución de la enfermedad puede generar una pérdida de la función renal y otras complicaciones graves como la aparición de infecciones derivadas de la obstrucción de la uretra. Ayer, un centenar de especialistas acudieron a la sesión clínica organizada por los servicios de Urología de los hospitales de León y Salamanca y en la que se presentó el estudio internacional Mtops (siglas en inglés de la terapia médica para los síntomas prostáticos) en el que se demuestra la eficacia en la combinación del fenasteride (fármaco que reduce el volumen prostático actuando como una hormona) y los alfa-bloqueantes que relajan la fibra muscular de la próstata y, con ello, reducen la presión sobre la uretra y facilitan la micción. El experimento se ha llevado a cabo entre más de tres mil pacientes con hiperplasia benigna y demuestra que la combinación de ambos principios activos reduce de forma considerable la retención urinaria. La combinación de ambos fármacos -explicó Gallo- alivia las molestias del paciente y retrasa la progresión de la enfermedad. Los expertos, en la reunión celebrada en San Marcos, analizaron distintos casos clínicos, las recomendaciones y los efectos secundarios de estos tratamientos de combinación de fármacos. Los estudios sobre el fenasteride llevan en marcha más de ocho años y, tal y como indica el especialista, están demostrando muy buenos resultados. En conjunción con los alfa bloqueantes se da un paso adelante, apuntó Gallo. Nada que ver con el cáncer Las patologías vinculadas a este glándula son, sin duda, de las más habituales en los varones ya que el tumor cancerígeno es, junto con el de pulmón, el más común entre los hombres leoneses. No obstante, el responsable del servicio de Urología del Hospital precisa que la hipertrofia benigna de próstata no desemboca en un tumor maligno. «Son dos patologías completamente diferentes, que están desligadas. Un enfermos con hipertrofia no tiene porqué desarrollar un tumor», explica el doctor Gallo.